Actos de homenaje a Blasco Ibáñez en Valencia

Organizado por la Asociación Nostra Valencia, comisión pro monumento y Ayuntamiento, se está realizando un homenaje al escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez que cuenta con un apretado programa de conferencias y actos ciudadanos. Este año se cumple el 52 aniversario de su muerte.«Blasco Ibáñez es un hombre integral, no sólo un escritor», afirma Juan de Dios Leal, director gerente de Prometeo, editorial fundada por el dirigente republicano. «No hay que separar su vida literaria y política de su vocación editorial, porque si llegó a ser un gran escritor fue gracias a los medios de comunicación que creó para difundir su obra. A los catorce años fundaba su primer periódico. Luego vendría La Bandera Federal, El Pueblo, la editorial Prometeo, utilizados todos ellos como vehículo de transmisión social de sus libros. En definitiva, Blasco dedicó gran esfuerzo a promocionarse y así adquirió fama universal.»

El escritor de Cañas y barro no fue el primer gran literato en valenciano por su origen social y su ausencia en el movimiento de la Renaixenga de finales de siglo. En estos términos se manifiesta el profesor de la facultad de Filología, Juan Oleza, al abordar la faceta de Blasco Ibáñez como novelista.

Su posición frente a este movimiento de renacimiento cultural tiene su razón en su propia debilidad estructural, que no favoreció el desarrollo de una auténtica literatura en valenciano, paralelo al esplendor cultural de Cataluña, y tampoco consolidó una ideología de cuño valencianista.

Otro motivo de su no adscripción al valencianismo arraigado entre las clases populares es el esfuerzo que dedica a su ascenso social en la línea del más exacerbado individualismo del cambio de siglo, que le impide estar al lado de los sectores nacionalistas oprimidos. Blasco Ibáñez se debatió en las contradicciones propias de la pequeña burguesía valenciana, apresada entre sus necesidades revolucionarias y temor al ascenso del proletariado, entre el autonomismo y la falta de arraigo cultural.

«Aunque sea uno de los escritores españoles más leídos fuera de nuestro país», concluye Oleza, «sin embargo los estudios sobre su obra son prácticamente inexistentes.» Junto al Vicente Blasco, editor y novelista, fueron desarrolladas las raíces de su pensamiento política por Pedro J. de la Peña, periodista y premio de novela Blasco Ibáñez.

A raíz del homenaje fue descubierta por su hijo Sigfrido una lápida en la calle donde nació, en el antiguo edificio de Flor de Mayo, el 29 de enero de 1867, y en los jardines de su nombre, situados junto a las facultades, se inauguró un monolito para recuperar la presencia del escritor en el paisaje urbano de Valencia. Por su parte, se encuentran muy avanzadas las gestiones para reconstruir la derruida casa de Vicente Blasco, La Malvarrosa, al acceder un sector de sus herederos que se oponían. La Dirección General del Patrimonio Artístico declaró semanas atrás el expediente de monumento histórico-artístico de carácter local a petición del Ayuntamiento de Valencia, que persigue destinarlo a casa de cultura.