Alivio en Marruecos tras el reajuste argelino
Aunque las reacciones no abundan, los recientes cambios en el aparato estatal argelino fueron contemplados ayer con un alivio moderado en Rabat. La primera interpretación es que el presidente Chadli Benjedid refuerza su poder. Estos cambios, según escribió ayer un diario local, no serían significativos para Marruecos si no indicasen la posibilidad de una reorientación en la diplomacia argelina.La salida definitiva de Abdelaziz Buteflika es quizá el final de una cierta concepción del poder y podría significar el comienzo de la verdadera «desbumedianización», obligada por los imperativos económicos, según comentó ayer el diario Al Mithaq, órgano de los independientes, mayoritarios en el poder en Marruecos.
Para este periódico, la salida de Buteflika equivale al debilitamiento del grupo de Abdeighani, Kasdi Merbali y Bencherif, y, por el contrario, el reforzamiento de Salah Yahiaui en el FLN y el Gobierno. El nombramiento de Taleb Ibrahimi como responsable de cultura, información y formación del FLN parece indicar, de acuerdo con el mismo rotativo, la voluntad de Chadli de abrirse una ventana dentro del partido.
Ese alivio de Rabat se ve completado por las repercusiones que parece aportar sobre el conflicto del Sahara la invasión de Afganistán por la URSS, a empezar por la abstención de Argelia en el voto del martes de la Asamblea General de la ONU.
La Comunidad Económica Europea, Estados Unidos y Occidente, en general, verán ahora con mayor comprensión la postura marroquí, según se estima en Rabat. Por otra parte, se añade que la creciente influencia de Libia en el conflicto, que, como reconociera Argel, puede hoy ayudar militarmente y suministrar armas al Polisario sin pasar por Argelia, y la concomitancia estratégica de Trípoli y la URSS, han originado la aparición de reticencias en numerosos países moderados africanos.
El apoyo sostenido y creciente del eurocomunismo al Polisario, interpretado por los marroquíes como una consecuencia de la implicación soviética en ascenso, se considera aquí que perjudicará más que ayudará a un movimiento independentista que, a pesar de todo, quiere conservar su imagen inicial nacionalista y tradicional y árabe progresista.
La disminución de los ataques de envergadura del Polisario tanto en el Sahara como en el interior de las fronteras marroquíes de 1956, real hoy a pesar de los ataques de menor importancia contra Haggunia y Zag de hace unos días, al margen de la eficacia cuestionable y cuestionada de los contingentes Uhud, es relacionada en Rabat con una supuesta actitud diferente en el seno del ejecutivo argelino.
No es casualidad que se vuelva a hablar de negociaciones secretas. El semanario socialista marroquí Liberation aseguraba en su última edición aparecida ayer, refiriéndose a fuentes seguras, que Argelia ha propuesto, a través de Francia, un nuevo proyecto de solución.
Las líneas maestras del citado proyecto son: retirada marroquí de Río de Oro, que sería cedido al Polisario, que a su vez se federaría con Mauritania, y autonomía amplia para Sakiet el Hamra, que permanecería bajo la soberanía marroquí, pero abriendo un espacio político para los nacionalistas saharauis.
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