Salvador Espriu y J. V. Foix, propuestos para el Nobel

Los poetas catalanes J. V. Foix y Salvador Espriu han sido propuestos para el Premio Nobel de Literatura de este año por diferentes entidades culturales, a petición de la Academia Sueca, según informa la agencia Efe. Según la agencia, la North American Catalan Society envió al comité del Nobel la propuesta de Foix, mientras que a Salvador Espriu es el Pen Club de Cataluña, según declaraciones de su presidenta, Marla Aurelia Capmany, la que lo piensa proponer, tras haber recibido del comité encargado del tema en la Academia Sueca la invitación a proponer un candidato para el galardón.

Foix, que cuenta ahora 86 años, es uno de los poetas más influyentes en la nueva poesía catalana, quizá porque es uno de los ejemplos de poeta entregado a la investigación y a la experimentación poética y lingüística. Investigador de la poesía, gusta de considerarse, y su obra, comenzada al tiempo que las vanguardias del primer tercio del siglo, e identificada por la crítica con elementos de las corrientes surrealistas, está garantizada por el rigor. Un rigor que no ha sido, precisamente, usual.De Foix, cuya obra es corta y aquilatada, ha dicho Jaime Gil de Biedma: «Hay grandes poetas a los que uno se permite el lujo de admirar desinteresadamente, sin pensar para nada en la propia obra. Pero a mí me ocurre con Foix que no puedo leer un poema suyo sin pensar en seguida cuánto me hubiera gustado hacer algo por el estilo, y sin preguntarme cómo hacer para hacerlo. Foix me estimula porque le envidio.» Y Pere Gimferrer: «( ... ) Foix recién conocido ( ... ) Un hombre insólito, que estaba lejos de sonar como el de Riba o el de Carner y, sin embargo, hablaba con un acento que no tenía ningún otro de los poetas contemporáneos representados en aquella antología de poesía catalana. Que aparecía representado por unos sorprendentes poemas sin puntuación, de técnica cercana al surrealismo. ( ... ) La sensación que me dio Foix en la antología de 1936 -la espléndida irrupción de una vanguardia que se expresaba con un poderío verbal inigualable, como un estallido solitario en un panorama poético possimbolisma- refleja, de modo bastante aproximado, lo que debieron sentir otros poetas de mi generación.»

Salvador Espriu, que nació en Santa Coloma de Farnés, Gerona, en 1913, está considerado como uno de los grandes líricos en catalán. Considerado como un símbolo de la resistencia pasiva antifranquista y del exilio interior, es la suya una figura hosca y de difícil acceso, aunque extraordinariamente amable, lúcido y crítico. Se considera a sí mismo un escéptico, y se ha presentado también como un pesimista. Alguna vez ha dicho: «Hoy la poesía está bastante marginada. La poesía siempre ha sido minoritaria, y ahora lo es más. En otras épocas eran los poetas los que empujaban el mundo, pero hoy esa función la han heredado los técnicos.» Y sobre él ha dicho alguna vez Robert Saladrigas: «Espriu es leído con fruición -con el lógico vaivén de las olas en consecutivos períodos de pleamar y bajamar-, se le admira y estoy seguro de que muchos de quienes optan por la máxima cosecha con el mínimo riesgo bien quisieran seguir el modelo del maestro. Pero las huellas de Espriu son únicas, literalmente irrepetibles. Espriu constituye el eje de un mundo sin parangon que gira en torno a sí mismo y goza de plena autonomía. Es un cosmos personal.»