El PCI pide que Europa se oponga a la "guerra fría"
El Partido Comunista italiano (PCI) pidió ayer al Gobierno de Roma que promueva ante la Comunidad Económica Europea, cuya presidencia semestral detenta durante el primer semestre de este ano, una acción de toda la CEE para contrarrestar la tendencia mundial hacia una «guerra fría». Se trata -según el líder comunista Berlinguer- de lograr una «Europa unida a favor de la distensión», capaz de jugar un papel activo entre las dos grandes superpotencias.
Los primeros comentarios a esta iniciativa comunista afirman que Berlinguer esta vez ha escogido la línea «que menos gusta a Moscú», es decir, el considerar a Estados Unidos y a la Unión Soviética igualmente «dos potencias imperialistas». Los comunistas italianos están convencidos que esta es una buena ocasión para que las fuerzas democráticas europeas realicen conjuntamente una política capaz de dar un papel de protagonista en el juego internacional a la nueva Europa que está naciendo.El secretario general comunista, Enrico Berlinguer, después de varías horas de debate de la dirección del partido para preparar el importante documento publicado ayer, había anticipado a la televisión, la decisión comunista con estas palabras textuales, clásicas de su estilo seco y sobrio: «Con la decisión de Bruselas sobre los euromisiles, con la intervención militar soviética en Afganistán, con la decisión de suspender la ratificación del SALT II, con la grave crisis de Irán se está creando una situación muy preocupante. Yo estoy convencido que existen hoy grandes fuerzas en todos los países que deben actuar para aliviar las tensiones. Pienso que en este sentido Europa puede tener una gran función: de moderación, de equilibrio y de iniciativas positivas hacia las dos mayores potencias y, en general, hacia los otros países del mundo. »
A la iniciativa comunista se ha sumado en seguida el Partido Socialista, que, junto con los demás partidos, no sólo condenó duramente la invasión soviética, sino que ha pedido al presidente del Gobierno, Cossiga, que intervenga a nivel internacional en este momento de «grave amenaza para la paz mundial».
Enrico Berlinguer se entrevistó ayer en Roma con el secretario general del Partido Comunista francés, Georges Marchais, que viajó a Roma, aparentemente, para tratar con sus colegas italianos el tema de la invasión soviética de Afganistán. Sin embargo, la reunión concluyó con un escueto comunicado en el que no se cita para nada a Afganistán, cuestión que separa totalmente a los dos partidos eurocomunistas. El PCF no ha condenado la intervención de la URSS y ha tratado de justificarla.
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