Catedráticos vitalicios
En EL PAIS de 26 de diciembre, la carta que dirige Gregorio Nicolás Rodrigo, catedrático de la Universidad de Salamanca, dice textualmente: «Todos los funcionarios que tienen su plaza en propiedad gozan de este mismo privilegio.»Se refiere al hecho de que la cátedra obtenida por oposición era vitalicia. Lamento tener que decir que desde el 30 de septiembre, en aplicación de la transitoria sexta de la ley General de Educación, las cátedras de instituto han dejado cle ser vitalicias mediante resolución de la Dirección General de Personal, cuyo texto empezó a llegar a los interesados hacia el 23 de octubre, y ha seguido en noviembre y diciembre, lo que lleva consigo la desposesión de la cátedra.
Pueden llegar a ser hasta un centenar o quizá más los catedráticos de instituto privados de sus cátedras obtenidas por oposición. Eso sí, tienen además que cumplir la condición de haber ganado igualmente por oposición otra cátedra, hasta ahora declarada compatible, de escuelas universitarias.
En España han dejado de ser vitalicias las cátedras de instituto. ¿Vendrá aquí a cuento lo de «cuando las barbas de tu vecino veas pelar ... »? ,
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
