Hoy se negocia en el FORPPA un nuevo precio para la leche

Se inician esta mañana en el FORPPA las negociaciones entre Administración y representantes de los cinco sindicatos agrarios de ámbito nacional sobre el nuevo precio de regulación de la leche, que deberá entrar en vigor a partir del próximo día 1 de enero.

La negociación se presenta complicada debido a la diferencia de criterios con que van a la mesa las distintas partes. Las organizaciones agrarias llevan propuestas comprendidas entre las veinticinco y veintisiete pesetas por litro que, frente a las diecinueve actuales, supondría un incremento aproximado del 37%.La Administración ofrecerá un incremento de precios mucho más bajo, por considerar que los problemas del sector lechero (estructuras ganaderas, producción, comercialización, etcétera) no deben solucionarse por la vía de precios solamente. De cara a la integración en la CEE, nuestro sector lechero no es competitivo: el rendimiento por vaca y año en la Europa comunitaria es superior al de las españolas en más de mil litros; el precio pagado al productor en España es superior al comunitario; la leche española es de inferior calidad, y la CEE es excedentaria en leche y derivados.

Desde el pasado mes de julio la leche se paga al agricultor a diecinueve pesetas, precio que supuso en su día un incremento del 5,5%, y todo hace suponer que la propuesta del Ministerio de Agricultura para la próxima campaña sea de veintiuna pesetas por litro.

Según un informe elaborado por la Confederación Sindical Gallega de Sociedades Agrarias, hecho público hace unos días, el coste de producción de, la leche al ganadero gallego es de 28,33 pesetas por litro. A ellos se les paga a 19 y al consumidor se le cobra a 33,50 pesetas. Para el estudio se tomó como base una explotación tipo de cuatro hectáreas de prado, once vacas en edad productiva, con 3.850 litros de producción media por vaca y año, y con dos personas trabajando en la explotación.

El total de gastos durante el año fue de 1.535.600 pesetas y los ingresos por producción de carne y leche ascendieron a 1. 123.290 pesetas; estas cifras arrojan un déficit en la explotación de 412.3 10 pesetas. Señala la confederación en su informe que, mientras la subida al ganadero durante este año ha sido de una peseta (5,5% de aumento), al consumidor le cuesta cada litro de leche 3,50 pesetas más caro (11,67%).

De cara a la integración europea, según las cifras correspondientes a 1977, los rendimientos por vaca y año en España (2.828 litros) son inferiores a los de todos los países miembros de la Europa comunitaria. Irlanda, que arroja los índices más bajos, supera en 63 litros las marcas españolas. Por su parte, Holanda, República Federal de Alemania y Dinamarca casi duplican los rendimientos españoles.

Los precios de la leche al productor fueron casi una peseta superiores en España a la media comunitaria, durante los años 1977 y 1978, y aumentó ligeramente este año. Todo ello hace pensar al Ministerio de Agricultura y a los propios agricultores que, de cara a la integración europea, el caso español pueda parecerse al italiano (con problemas parecidos a los nuestros) y que ahora importa el 75% de la leche que consume.

La Administración pretende apoyar al sector para conseguir la transformación de su estructura productora, y piensa hacerlo fundamentalmente a través del Estatuto de la Leche, que posiblemente esta misma semana quede preparado.

El anteproyecto del Estatuto fue distribuido hace meses por el Ministerio a los sindicatos agrarios para que hicieran críticas y sugerencias. El anteproyecto no ha gustado a los agricultores, quienes consideran que perjudica a los pequeños productores y sólo favorece a empresarios agrarios e industrias lácteas. La principal reestructuración propuesta por el Estatuto es la creación de granjas de producción lechera, que son las únicas a las que se conceden garantías para la recogida de su leche. Y los requisitos exigidos para la creación de estas granjas implican la expulsión del campo de muchos campesino es que no pueden adaptarse ellos: un mínimo de diez vacas mayores de dos años, una extensión productiva de 2.000 unidades forrajeras por vaca, con una producción mínima de 3.000 litros anuales.

En señal de protesta por esta política de Administración, durante las últimas semanas se han registrado movilizaciones de agricultores y ganaderos, convocados por la COAG, que concluirán este fin de semana en varios puntos de la cornisa cantábrica.