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La crisis en el Islam

El encargado de negocios norteamericano en Irán, denunciado como agente de la CIA

Las acusaciones proferidas ayer por los estudiantes islámicos contra el encargado de negocios estadounidense Bruce Laigan, al que denunciaron como agente de la CIA, y las declaraciones del nuevo ministro de Exteriores, afirmando que el diplomático no podía abandonar el país, contribuyeron a deteriorar aún más el clima de las relaciones americano-iraníes, cuando se cumplen veintinueve días de la ocupación de la embajada de EEUU en Teherán.

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Un portavoz de los estudiantes que mantienen secuestrados a 49 diplomáticos estadounidenses afirmó, tras reiterar que juzgarán a los rehenes, a menos que el sha sea devuelto al país, que Bruce Laigen estaba implicado en actividades de la CIA. En un cable distribuido por los ocupantes de la sede diplomática y firmado por el encargado de negocios s e hace, en efecto, referencia a la necesidad de ciar cobertura legal a dos supuestos agentes de la CIA, en Teherán, Malcolm Kalp y William Daugherty.A renglón seguido los estudiantes islámicos afirmaron que consideraban a Bruce Laigen y sus dos adjuntos, actualmente refugiados en el Ministerío de Asuntos Exteriores iraní, como rehenes suyos.

En reacción a estas nuevas declaraciones de los estudiantes, el ministro de Asuntos Exteriores desmintió haber declarado el viernes, a pesar de que varios periodistas sostuvieron lo contrario, -que los tres diplomáticos refugiados en el Ministerio -«podían abandonar libremente Irán». Sadegh Ghotzbzadeh dio a entender que no le interesaba retener en Irán a Laigen y sus dos adjuntos por tratarse de miembros de la CIA de rango poco elevado.

Sin embargo, en lo que se interpreta como una concensión a los ocupantes de la embajada y quizá al propio Jomeini, el ministro de Exteriores negó ayer haber declarado autorizar la salida de los tres refugiados. «Si por casualidad abandonan el Ministerio de Asuntos Exteriores», añadió, «el Gobierno declina toda responsabilidad sobre su seguridad.»

En otro orden de cosas, y en prevision a una posible operación de rescate norteamericana, la construcción de barricadas de defensa en torno a la embajada ha sido intensificada. También se están multiplicando las clases de instrucción militar.

Sin embargo, el sha, en una entrevista concedida a un diario alemán, aseguró que, en caso de intervención norteamericana para liberar a los rehenes, el país sería incapaz de defenderse. «La armada», afirmó, «y las defensas aéreas iraníes carecen de personal especializado y no serían eficaces. »

La prensa de Kuwait señala, por su parte, que «los actos de sabotaje se multiplican en las fuerzas iraníes». Según el rotativo Al Watan, la marina habría perdido un 50% de su capacidad operacional, la mayor parte de los aviones norteamericanos serían inutilizables y a los radares les faltarían numerosas piezas.

La revolución iraní sigue suscitando enfrentamientos, por ahora verbales, con las autoridades iraquíes. Sadegh Ghotbzadeh recalcó ayer en una entrevista la hostilidad de Iraq a la revolución iraní, al tiempo que protestó por las intervenciones de Bagdad en los asuntos internos de su país. Coincidiendo con estas críticas, dos desconocidos, probablemente agentes provocadores, abrieron fuego en la ciudad iráquí de Kerbela contra manifestantes chiitas.

El líder libio, Muaminar Gaddafi, entregará a una delegación iraní, que se encuentra actualmente en Tripoli, un mensaje solicitando del ayatollah Jomeini la liberación de los rehenes, según informa hoy el diario milanés Corriere della Sera.

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