La flauta de Bartolo
«¿Por qué cortaste, Bartolo, tu flauta descomunal?», dice el estribillo de uno de los cantables de la obra. Bartolo se operó en Casablanca, perdió lo que se enfatiza con música y letra, se convirtió en travestí y se fue a las Ramblas, donde la que se lamenta es su hermana, que va a buscarle. Este es uno de los fragmentos de esta revista. Podríamos caer en la tentación de juzgarla intrascedente, si no fuera porque su autor, en una nota al programa, nos advierte de que no es así. Se trata de una obra filosófica. Trata de tocar la atención de los poderosos, de remover su conciencia; trata de exaltar su conciencia y otras muchas. En esta nota, el autor insiste en su filosofía: «Si los seres humanos pudieran ser libres como las aves, seguro que en sus sentimientos no cabría el rencor.» Todo ello se simboliza, por ejemplo, en la metafórica flauta de Bartolo. O en cómo un hombre herido en la carretera ve pasar bisexuales que le desdeñan hasta que un homosexual le socorre. También hay un homenaje a Pasolini. Y Alicia Tomás canta en un chotis la excelencia de la corbata; bien entendido que la corbata es una metáfora para hacer penetrar mejor la filosofía de la obra. Lo que significa la corbata es... la flauta, evidentemente. ¿Y qué significa la flauta? Sin duda, la corbata. Relato algo de lo que pasa en la primera parte. El crítico no consideró necesario ocupar su butaca durante la segunda. Convencido como estaba de que la libertad es esencial, el amor debe ser libre y cada uno debe vivir y dejar vivir, no consideró necesario continuar recibiendo la lección.
«¡Vive
.. y deja vivir!»,de Juan Guillermo Romero. Música: Eduardo Leiva. Intérpretes: Alicia Tomás, Elens Sendón, Joaquín Embid, Fina Torres, Paca Samper, Juan Fernández, Jandro Ortega, Demetrio Salgado Juan Luque, Enrique Ciurana, Angel Luis Yusta. Dirección: Víctor Andrés Catena. Teatro Martín, 20-11-79.
Babelia
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