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La captura mundial de pesca sólo ha crecido un 1% anual desde 1975

Los datos correspondientes a 1978 indican que la captura mundial de peces, crustáceos y moluscos aumentó en 1977 de forma sustancial, superando ligeramente la cifra sin precedentes de 1976. Desde que en 1969 la captura mundial disminuyó por vez primera de forma significativa, el aumento de capturas ha sido lento e irregular.

Las cifras, aún provisionales, de 74,9 millones de toneladas correspondientes a 1978 representan un incremento de doce millones respecto a las de aquel año de 1969 (lo que indica un índice anual medio de crecimiento inferior al 2%). Y desde mediados de esta década el índice ha disminuido aún más, quedando en torno al 1% anual, aproximadamente.La producción de los países en desarrollo ha aumentado sensiblemente, y la destinada al consumo humano directo, también lo ha hecho, siendo tal vez la característica de la década de los setenta. En 1978 aumentaron con especial rapidez las capturas de los países latinoamericanos (tanto para harina como para consumo directo) y del sureste asiático. Por el contrario, las capturas de los países desarrollados han disminuido progresivamente en los últimos años, debido fundamentalmente a las caídas experimentadas en la URSS y Noruega.

La razón de la notable caída del índice de aumento de la producción pesquera mundial la encuentra la FAO en la disminución de las poblaciones de especies ícticas convencionales.

Los países en vías de desarrollo han experimentado crecimientos de su producción mucho más generalizados que los de los países grandes. En algunos de ellos, como Tailandia, República de Corea y Ghana, resultó excepcionalmente rápido; en otros, como algunos del Próximo Oriente fueron bastante lentos. Tal vez en este punto sea importante señalar que en alguno de estos países un buen porcentaje del aumento en sus capturas correspondió a especies de gran valor, como crustáceos y atunes, que dedicaron inmediatamente a los mercados de exportación (por tanto, el consumo aumentó menos que la producción, pero supuso una fuente importante de divisas). Sin embargo, sigue siendo rigurosamente cierto que, en general, todos aquellos países en los que la pesca constituye un elemento importante de la alimentación han registrado un aumento del consumo per capita de pescado durante los últimos quince años.

Las doscientas millas

A la hora de analizar la evolución experimentada por la producción mundial de pesca es necesario hacer un pequeño apunte sobre la influencia experimentada por el régimen económico exclusivo de las doscientas millas. Para algunos países (por ejemplo, Canadá y Argentina) ha supuesto un considerable aumento; para otros, por el contrario, una disminución. Tal vez el caso más claro de estos últimos sea la URSS, cuyas capturas han disminuido en medio millón de toneladas anuales.Estas variaciones de producción, debidas al reajuste del régimen marítimo de las zonas económicas exclusivas, están empezando a influir también en las estructuras del comercio mundial de productos pesqueros. El aumento de las importaciones de pescado congelado incidió de forma importante en el rápido aumento del volumen del comercio mundial registrado durante el año pasado. Asegura el organismo de las Naciones Unidas que, tras el relativo estancamiento que ha caracterizado a los años setenta (debido, en gran parte, a la disminución del comercio de harina de pescado y a la depresión general de los años 1974 y 1975), parece probable que el comercio mundial de productos pesqueros camine hacia un nuevo período de expansión.

A principios de este decenio, las exportaciones de harina de pescado disminuyeron de una manera importante. De un máximo de 3,5 millones de toneladas en 1968 se pasó a algo menos de 1,5 millones diez años después; el aceite de pescado también ha conocido una caída similar. En cambio -como se ha dicho-, los productos de consumo humano han aumentado en la mayoría de los casos.

Para 1979, según la FAO, se prevén pocas variaciones. El aumento de la producción seguirá viéndose obstaculizado por la escasez de poblaciones subexplotadas de especies convencionales (fáciles de explotar y comercializar).

Lento crecimiento de los productos forestales

La producción y el comercio de los productos forestales se han visto muy afectados por la lentitud que ha caracterizado, durante el presente decenio, el crecimiento económico de los países desarrollados.Las exportaciones de los países desarrollados durante los años setenta ha aumentado a un ritmo anual del 2%, bastante menos que en la década anterior, caracterizada por un rápido aumento de la producción y el consumo de productos forestales. El aumento de las exportaciones de forestales de los países pobres ha sido también sustancialmente menor; en los, años setenta, sus exportaciones de rollizas sólo han subido un 3% anual; las de paneles, en un 7%, y las de madera aserrada, en un 5,5%, aproximadamente.

Sin embargo, los precios sí que han experimentado un notable aumento en este período, tras haber permanecido más o menos estables por largo tiempo (por ejemplo, los precios de 1973/1974 eran un 20%-70% superiores a los de 1970). En términos reales, el valor de las exportaciones de los países en vías de desarrollo es un 50% mayor que el de 1970.

Actualmente, la mitad de la producción mundial de madera se utiliza como leña y constituye la fuente principal de combustible para calefacción y cocina en las zonas rurales de los países en vías de desarrollo. La dependencia de la madera en estos países sigue siendo, pues, notable. Y cuando no se consigue se recurre a los desechos agrícolas o el estiércol animal, cuya utilización como abonos podría ser mucho más aprovechable. El organismo de las Naciones Unidas ha detectado una mayor erosión en estos países, que, ante la escasez de madera, destruyen los pocos montes que les quedan.

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