La OTAN discute en Holanda la moderación del armamento nuclear europeo
El grupo de planes nucleares de la OTAN se reúne hoy en La Haya, a nivel ministerial, para deliberar sobre la posible implantación en cinco países europeos (República Federal de Alemania, Gran Bretaña, Italia, Holanda y Bélgica), de la nueva generación de misiles nucleares de los modelos Pershing 2, y Cruise, como elementos de defensa contra los misiles soviéticos SS-20, cuyo radio de acción cubre ya actualmente todos los objetivos militares de Europa Occidental. No se espera una decisión oficial en la reunión en la capital holandesa. El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, el 13 y 14 de diciembre, en Bruselas, concretará si se fabrica o no el nuevo arsenal atómico, que sería operacional en 1981, para los 108 misiles de tipo Pershing 2, y a finales de 1985, para el programa completo de los 464 Cruise.En medios diplomáticos de la OTAN, con sede en Bruselas, se da casi por seguro que se llegará a una fórmula de «compromiso» para decidir la fabricación de los nuevos cohetes nucleares. Los estrategas militares consideran que tal armamento es la única réplica eficaz ante el arsenal soviético, que, actualmente, sólo podría ser contenido con intervención de armas estratégicas intercontinentales. No se excluye que la decisión de la OTAN sirva de «contrapeso» para una futura reducción de armamento nuclear instalado en el escenario europeo, a partir de las futuras negociaciones SALT III (Acuerdo para la Limitación de Armas Estratégicas), como continuación del tratado SALT II, firmado entre Washington y Moscú y en vías de ratificación por parte del Congreso de Estados Unidos.
A nivel político, los Gobiernos de los cinco países europeos que ubicarán en su territorio el nuevo material nuclear valoran las ventajas estratégicas, sin olvidar las repercusiones políticas. La República Federal de Alemania supedita su decisión a que los demás países europeos acepten tal arsenal. Gran Bretaña cuenta ya con los enclaves para cada cohete, debido a la prioridad en tema defensivo dada por la primera ministra de «hierro», Margareth Thatcher. Italia aceptará instalarlos incluso, se dice, con la tolerancia del Partido Comunista. Bélgica no ha abierto todavía el debate parlamentario, que puede provocar una crisis, si se mezcla a la débil posición del Gobierno actual debida a otras razones, de índole económica y de reforma regional. Holanda celebró un primer debate parlarnentario, sin dejar claro si la actual coalición demócrata-cristiana liberal dará un «sí» formal a las nuevas armas nucleares, ante una opinión pública que figura entre las más críticas del mundo en todo lo que se refiere al átomo.
El programa de modernización nuclear de la OTAN recibe, como es natural, todas las críticas por parte de la URSS. Moscú ofrece reducir su potencial de fuerzas convencionales en Centroeuropa, con la retirada de 20.000 soldados, y expone a los Gobiernos occidentales la «inutilidad» de fabricar nuevos misiles a las puertas de inmirientes negociaciones para una nueva limitación nuclear.
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