El Ministerio del Interior se niega a ceder competencias en materia taurina

El Ministerio del Interior se niega a ceder cualquiera de sus competencias relacionadas con el espectáculo taurino e incluso parece que no acepta ningún tipo de negociación al respecto, como había propuesto el Ministerio de Cultura, en el que se ha creado una Comisión de Asuntos Taurinos al objeto de promocionar la fiesta de toros y coordinar sus distintos estamentos.

La argumentación de Interior para justificar su posición es que no hay aspectos culturales en el espectáculo taurino y, en cambio, es una cuestión de orden público, por lo que entra de lleno en el ámbito de su competencia.La Comisión de Asuntos Taurinos, fue creada hace pocos meses dentro de la reestructuración del Ministerio de Cultura, y Alberto de la Hera, el director general de Teatro, de quien depende, explica que su función había de ser, inicialmente, coordinadora.

Pregunta. ¿Usted cree que esa coordinación debe hacerse entre los distintos estamentos de la fiesta?

Respuesta. Naturalmente que sí, pero también entre los numerosos departamentos ministeriales que intervienen en el tema taurino por distintos conceptos. Se trataba de que cada ministerio y cada estamento nombraran sus representantes y sentarnos a cambiar impresiones, de manera que la Comisión de Asunto Taurinos había de ser una plataforma de común entendimiento.

El tema básico era éste: ¿qué podemos hacer para perfeccionar el espectáculo taurino y promocionarlo? No se trataba de restar competencias a nadie; no se trataba de que Cultura pretendiera robárselas a los otros ministerios. Se trataba de que, entre todos, perfiláramos unas líneas de actuacion y responder así a las ya muy antiguas peticiones de aficionados, ganaderos, toreros, empresarios, los cuales se quejan -seguramente con razón- de que la fiesta no tiene el tratamiento adecuado desde la Administración.

P. Pero tal reunión no se ha celebrado nunca. ¿Qué es lo que falla?

R. Ni se ha celebrado, ni la Comisión tiene contenido. Entendimos que por ser Interior el Ministerio donde se encuadra actualmente con mayor amplitud el espectáculo taurino, debía ser el primer consultado. En consecuencia, tuvimos un cambio de impresiones con dos funcionarios de dicho departamento y antes del verano le enviamos un proyecto de orden ministerial, en el que se estructuraba la Comisión de Asuntos Taurinos, al objeto de que lo estudiara e hiciera sobre el mismo las observaciones y correcciones que estimara convenientes. La respuesta tardó en llegar, y es tan tajante en la afirmación de que los toros no deben salir de Interior, que detiene nuestros proyectos.

P. ¿Impide algo que la Dirección General de Teatro y Espectáculos haga la labor de promoción que considere oportuna?

R. Nada lo impide, desde luego, en materia de difusión, porque tenemos los medios. Desde aquí podemos programar películas, confeccionar y distribuir carteles, utilizar la televisión, montar ciclos de conferencias. Los otros ministerios no disponen de estos instrumentos de propaganda, que ofrecemos abiertamente y que entendemos se deberían programar mediante unos criterios comunes.

P. ¿Estarían ustedes dispuestos a hacer este invierno una campaña de promoción del espectáculo utilizando, por ejemplo, spots de televisión y carteles?

R. Estamos dispuestos y, además, vamos a estudiarlo en serio, con vistas a llevar a cabo la campaña en los primeros meses de 1980, cuando ya esté cercana la próxima temporada. Creo que así tendría más efectividad.

P. ¿Puede decirse, en definitiva, que el Ministerio de Cultura está dispuesto a afrontar el compromiso de ordenar el espectáculo taurino?

R. Totalmente dispuesto; ese es el criterio del ministro y el mío propio. Aquí podemos coordinar los distintos aspectos de la fiesta, estudiarla en profundidad, reglamentarla, explicarla y resaltar sus valores culturales, que los tiene positivamente. Cultura es el modo de vivir de un pueblo, la forma en que llena sus ratos libres, la expresión de su creación artística, etcétera, y los toros, una fiesta ideada por el pueblo español.