_
_
_
_
_

Beber alcohol en los aviones puede producir deshidratación

Si en su próximo vuelo la azafata le ofrece un güisqui o cualquier otra bebida alcohólica, rechácelo categóricamente porque corre el peligro de deshidratarse. La advertencia proviene de un gran especialista en medicina aeronáutica, el doctor Frank Preston, subdirector de los servicios médicos de la British Airways, y ha sido hecha durante la presentación de un trabajo en la reunión de la Asociación Médica Británica, reunida actualmente en Hong Kong.

Los pasajeros tratan de combatir el aburrimiento de los vuelos largos por medio del trago, y las compañías aéreas alientan esos deseos. Según ha explicado el doctor Preston, el interior de los aviones en vuelo es particularmente seco. El aire que penetra en la cabina cuando la aeronave vuela a gran altura es un aire carente de humedad, que se hace todavía más seco cuando se comprime a la presión de la cabina.La ingerencia de alcohol hace que el cuerpo humano pierda agua, y el café, el té y las bebidas que contienen cocaína, especialmente la cola, estimulan el funcionamiento de los riñones, lo que se traduce en una mayor pérdida de líquido. El resultado es que el pasajero corre el peligro de deshidratarse.

Para el especialista británico, la peor de las bebidas es el champán, que, además de alcohol, contiene gases, lo que puede producir dolores estomacales.

El doctor Preston recomienda a los usuarios de líneas aéreas que beban agua o zumo de frutas y que hagan como los pilotos que, según el médico británico, deben tomar entre dos litros y dos litros y medio de esos líquidos al día.

Igualmente, Preston se pronuncia contra la costumbre tan extendida de combatir el tedio de los vuelos transatlánticos por medio de suculentas comidas. Su recomendación es clara: «Mantenga en vuelo su dieta habitual. No le importe rechazar una comida. No se ganan premios comiendo mucho.»

British Airways, la compañía que emplea al doctor Preston, ha encontrado la fórmula de sacar partido a las recomendaciones de su empleado. Aconsejan utilizar el Concorde porque su velocidad le permite reducir la duración de los vuelos y los deseos de beber en ellos a la mitad del tiempo.

Desgraciada o afortunadamente, un par de copas en clase turista, durante la travesía del Atlántico Norte, es bastante más barato que pagar la tarifa del avión supersónico anglo-francés.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_