Italia, partidaria de los misiles de medio alcance

Franco María Malfatti, ministro italiano de Asuntos Exteriores, indicó ayer que el Gobierno italiano era favorable, como el de la República Federal de Alemania, al despliegue de misiles Pershing II y Cruise en Europa, aunque añadió que se trataba, con su instalación, de garantizar la distensión y hacer prosperar las negociaciones sobre el desarme. Estas declaraciones fueron hechas ante la Cámara de Diputados, que inició ayer el debate sobre la solicitud norteamericana de instalar modernas armas nucleares en Europa occidental.El voto tendrá lugar sólo el 20 de noviembre; es decir, después que se haya celebrado en La Haya la reunión del comité de planificación nuclear de la OTAN, que deberá presentar la documentación «técnica» sobre la petición de Estados Unidos.

El debate fue introducido ante el Parlamento por el ministro de Asuntos Exteriores y no por el ministro de Defensa. Este detalle fue destacado positivamente por el grupo socialista, quien afirmó que esto demuestra, justamente, que el Gobierno considera el asunto de los misiles como un problema, sobre todo, político y no sólo militar.

En su introducción, el ministro democristiano Malfatti dijo fundamentalmente que «el corazón de la política italiana internacional es la distensión» y que «no tiene alternativas». Debe ser global y debe convertirse en un diálogo político con la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia. Pero añadió que una condición indispensable de la distensión es el «equilibrio de armamentos entre el Este y Occidente». Esta voluntad de diálogo con la Unión Soviética no desagradó a los comunistas, y quizá por eso, aun estando en la oposición, no han atacado frontalmente la posición del Gobierno. El dirigente comunista Natta contestó, sin embargo, al Gobierno que su postura «no convence plenamente al PCI».