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Reportaje:Premio Nobel de Medicina 1979

Un revolucionario sistema de diagnóstico clínico

El esquema de funcionamiento del scanner es básicamente el de cualquier otro aparato radiológico. Una vez colocado el enfermo en «el túnel del tiempo» -así denominan al aparato en el departamento de radiodiagnóstico del Hospital Clínico de Madrid, en razón de su aspecto exterior-, se lanzan rayos X por medio de un sistema de radiación que gira alrededor del paciente. Según determinados parámetros, como la estructura molecular de la sustancia irradiada, la radiación es absorbida, en parte, por aquélla, mientras que el resto la atraviesa. A la salida de las radiaciones se coloca un sistema que recoge y mide la que ha conseguido traspasar.Hasta este punto, el sistema es el mismo que se utiliza para la radiografía o la fotografía. No obstante, mientras en estos dos procesos las radiaciones de salida son recogidas directamente por una placa, que se impresiona, en el scanner se coloca un sistema de detectores distribuidos a lo largo del perímetro de una circunferencia, que recogen información parcial procedente de cada uno de los 360 grados de la misma.

La información así obtenida pasa a un computador conectado con el aparato, que se encarga de mezclarla y, por procedimientos matemáticos, de traducirla en la forma deseada: imágenes-tipo, radiografías... De esta forma se consiguen sucesivas reconstrucciones de cortes o secciones del cuerpo del paciente. «Es como si se le fuera partiendo en rodajas», comentó el doctor Casanova, encargado del scanner del Clínico.

El computador está conectado a su vez a una consola manejada por un técnico, capaz de leer y traducir las diferentes informaciones en la forma requerida: secciones transversales, longitudinales, ampliaciones ilimitadas, información escrita, datos del paciente, etcétera.

El siguiente paso es la obtención de radiografías por medio de un sistema multiformato, susceptible de proporcionar una amplia gama de reproducciones según los intereses del médico. También puede conectarse al computador un sistema de reproducción en cintas magnetofónicas, que permite archivar la información necesaria sobre cada uno de los pacientes y su enfermedad.

El aparato puede reproducir secciones del cuerpo humano de medio en medio centímetro, o bien, si se trata de una masa grande, cada dos centímetros, con lo que se ahorran tiempo y radiaciones para el paciente. La pantalla de la consola está dividida en 320 unidades de displás, llamadas pixtel. Cada una de ellas tiene un volumen determinado. Cuanto más pequeñas sean, mayor será la nitidez y sensibilidad de las reproducciones.

Este proceso electrónico permite, por otra parte, reproducir la información en múltiples planos. Las últimas investigaciones, llevadas a cabo con éxito por el doctor Cormack, han conseguido la reproducción tridimensional o espacial mediante un computador tomográfico asistido, lo que abre nuevas fronteras en el campo de la cirugía. Otros intentos se encaminan hacia el diagnóstico directo por computadora, terreno en el que, hasta ahora, no han podido conseguirse resultados positivos.

Lógicamente, toda innovación debe proporcionar ventajas considerables respecto a lo ya existente en su campo de aplicación. La aparición del scanner puede calificarse de revolucionaria para el diagnóstico clínico. Sus ventajas superan con mucho los inconvenientes: en principio, es capaz de distinguir y discriminar densidades hasta ahora inimaginables. Téngase en cuenta que el ojo humano puede distinguir solamente dieciséis densidades en la gama del blanco al negro, mientras que el scanner puede hacerlo de + 500 a -500, tomando como referencia el agua, a la que se considera densidad cero. Mediante un proceso previo, también puede averiguar a qué sustancia corresponde cada tipo de densidad.

Al manejar tantas densidades pueden distinguirse estructuras de organismos no visibles hasta ahora por medios radiológicos, como eran todos los órganos que no están rodeados de grasa, para los que había que utilizar contraste. Así se ha hecho posible discriminar el hígado, páncreas, la bilis, etcétera.

Si bien todo lo que diagnostica el scanner era anteriormente diagnosticable, la ictericia es una enfermedad que puede detectar de forma prácticamente directa. También ha facilitado extraordinariamente el diagnóstico de hemorragias y trombosis. Para las exploraciones de cráneo el scanner es casi siempre un procedimiento inicial, ya que su espectro de diagnóstico es más amplio que el de cuerpo entero.

La tomografía axial computarizada supone, por otra parte, un gran ahorro de tiempo y de radiaciones para el paciente.

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