Apertura del curso académico en las universidades Complutense y Autónoma de Madrid

Las universidades Complutense y Autónoma, de Madrid, inauguraron ayer el nuevo curso académico con los tradicionales actos de apertura, solemne y protocolario en el caso de la primera e «intencionadamente exento de pompa y convecionalismo» el de la Autónoma, según la definición de su rector, el profesor Martínez Montávez.

«Queremos la autonomía universitaria para que no nos gobierne el Gobierno, pero tampoco la oposición», dijo el rector de la Universidad Complutense, Ángel Vián Ortuño, casi al término de su discurso, calificado por sus compañeros de claustro como «valiente y pesimista».El profesor Vián Ortuño, que se refirió a la dificultad de su exposición «por la fluidez y desgana del momento», hizo un repaso de la gestión del curso pasado, destacando que el conjunto de medidas económico-administrativas se ha traducido en la liquidación total de las deudas de la Complutense, que en 1976 se elevaban a casi mil millones de pesetas, y en el incremento en un 300% de los recursos destinados a actividades docentes.

Trazó después un apunte histórico sobre el momento universitario, a partir del cual señaló que, «puesto que el norte no es seguro, sino que hay que descubrirlo, habría de postularse una universidad no sólo adogmática, sino decididamente antidogmática, que trate de hallar los límites de la naturaleza y del hombre -ciencia y humanismo-, para saber hasta dónde se puede llegar en cada dimensión y buscar la meior forma de hacer compatible una y otros y a ellos entre sí».

Dijo más adelante el rector de la Complutense que nuestro modelo universitario no es oficial ni institucionalmente científico, y apuntó como causas las «guerras civiles, disquisiciones trasnochadas y pedantes, cerrazón religiosa, envidia, orgullo mal entendido, pereza bien asimilada, mimetismo y explotación».

Criticó después la política universitaria de los últimos años, que ha determinado el que se encuentren indisolublemente unidos los problemas creados por la deserción de los profesores, la indotación y la masificación. «Todo consentido y no se sabe bien si no fomentado también.»

En relación con la futura ley de autonomía universitaria, el profesor Vian advirtió que las «corrientes politizantes», origen de lucha y de desunión dentro de la universidad, «querrán aprovecharla invocando la democracia, fingiendo ignorar que la sociedad civil y el ámbito universitario se rigen con normas propias y distintas».

Tras citar algunos datos estadísticos que reflejan el bajo índice cultural de la sociedad española, el rector se preguntó si «los políticos y los representantes de esta sociedad querrán tenernos el debido respeto y dejarnos en paz y no entrometerse en nuestro régimen interior, si no es para remediar calamidades, por lo que el gesto tenga de servicio a la comunidad.

Concluyó apuntando como esperanza «que se pongan en pie nuestras voluntades y el sentido colectivo de responsabilidad y que todos antepongamos nuestra condición y servicio universitario a todo otro servicio y condición».

En el acto inaugural de la Universidad Autónoma, su rector, Pedro Martínez Montávez, justificó la brevedad de su discurso «porque es lo que conviene a la sencillez universitaria de estos actos, porque el Ministerio ya conoce nuestras dificultades y necesidades y entiende y comprende el camino que hemos emprendido y queremos seguir, y porque los vaticinios son vanos y es mejor esperar a los hechos».

Agradeció el profesor Martínez Montávez la asistencia y comprensión recibida por el nuevo proceso que sigue la Universidad Autónoma de Madrid y dijo que era consciente de los canales de diálogo que en este sentido intenta crear el nuevo Ministerio de Universidades e Investigación. «Espero», concluyó, «que este proceso se concrete este año, en el que habrán de redactarse los nuevos estatutos que permitan la constitución de un nuevo cuerpo regente de la Universidad Autónoma.»

Presidió el acto de apertura de la Universidad Autónoma (en el de la Complutense no estuvo presente ningún representante ministerial) el director general de Ordenación Académica, Vicente Gandía.