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Nuevo accidente en una planta nuclear de Minnesota

El escape de gases radiactivos registrado la semana pasada en la central atómica de North Anna, en el estado de Virginia, fue provocado aparentemente por algún empleado de la planta nuclear, que bloquó un interruptor, según las primeras investigaciones sobre el incidente.Un lapicero y un clip de los empleados para sujetar papeles fueron hallados bloqueando, en posición de cerrado, un importante interruptor que regula el sistema de control del nivel de agua. Cuando este mando funciona regularmente, sirve para que el agua que llega al depósito principal después de haber circulado para refrigerar el reactor, no se salga del mismo y sea canalizada a otros tanques contiguos.

Pero al estar bloqueado, el sistema no funcionó de manera automática el pasado martes, y el agua que llegaba desde el reactor, una vez detenido éste automáticamente al producirse un fallo de tipo desconocido, comenzó a rebosar del depósito. Ello puso en marcha una válvula de seguridad, que envió gases radiactivos a otro depósito y, a través del sistema de ventilación, a la fuga de una pequeña cantidad de gases radiactivos a la atmósfera.

Un portavoz de la compañía Vepco, propietaria de la central atómica, declaró que si el interruptor no hubiera estado bloqueado no se habría producido la fuga de gases, pese a los otros problemas y fallos mecánicos que se registraron. La compañía desconoce la identidad del empleado o los empleados que inmovilizaron el interruptor, ni sabe cuánto tiempo estuvo bloqueado. Aparentemente, los autores colocaron el interruptor en posición de cerrado, porque en la de automático permitía el paso de pequeñas cantidades de agua durante el funcionamiento normal del reactor. No hubo, pues, intención de sabotear la central, sino un «comportamiento inadecuado».

Las autoridades federales que investigan el incidente de la central de North Anna podrían multar a la compañía eléctrica propietaria a causa de este «comportamiento inadecuado» del o los empleados desconocidos. Según informó ayer el Washington Post, esta misma compañía eléctrica ha sido multada ya anteriormente por un total de 127.000 dólares.

Un nuevo accidente nuclear se produjo ayer en la central atómica de Red Wing, en el estado norteamericano de Minnesota, a cincuenta kilómetros de la ciudad de Minneapolis.

La rotura del generador de vapor de un reactor de 520 megavatios, situado en una zona conocida como la Isla de la Pradera, originó un escape de gases radiactivos por toda la planta, pero imperceptibles en la atmósfera.

La rotura se produjo alrededor de las catorce horas (veinte horas de Madrid), e inmediatamente se paralizó la actividad de la central. La situación es, por el momento, estable, siempre según versión de la compañía propietaria, que anunció rápidamente el accidente, temiendo las consecuencias que padece la empresa propietaria de la central de North Anna, que ocultó durante un tiempo un accidente de este tipo.

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