Presentación de "Fascismo y anarquismo en la España contemporánea"
Pedro Altares presentó ayer en la librería Antonio Machado el libro de Carlos M. Rama titulado Fascismo y anarquismo en la España contemporánea, que acaba de aparecer publicado por Editorial Grijalbo.
«No creo que Carlos M. Rama relacione especialmente el anarquismo y el fascismo, aunque el título del libro pueda parecer confuso al respecto. Mi impresión», ha dicho Pedro Altares a EL PAIS, «es que Carlos M. Rama se ha dado cuenta de que estas dos fuerzas políticas son fundamentales para entender la historia última de España, y que en el libro aparecen en dos partes claramente diferenciadas.»«En realidad», dice el ex director de la desaparecida revista Cuadernos para el Diálogo, «Fascismo y anarquismo en la España contemporánea es un libro que recoge una serie de ensayos dedicados al análisis del origen del pensamiento fascista y de las fuerzas de poder que se ocultan tras el aparato franquista.» «La tesis de Carlos M. Rama, que, por otro lado, está ya bastante generalizada, es que el fascismo fue el mero ejecutor de los intereses de unas determinadas clases que lo impusieron para defenderse.»
«El dice algo, a mi entender, muy interesante en este sentído», sigue diciendo Pedro Altares. «Piensa que la prueba de que concretamente el franquismo ha sido simple y mero ejecutor de los intereses de la oligarquía está en que, de los ejecutivos del franquismo, muchos de ellos se han pasado a la democracia sin ningún problema de conciencia. Y él apunta que la razón está en que, de alguna manera, la democracia no les plantea ahora ningún problema de supervivencia.»
Continuidad del gran capital
«El gran capital, las multinacionales y ese largo etcétera de quienes gestionan el capitalismo en el que está inscrito nuestro país tienen suficientemente garantizadas en esta etapa su supervivencia y su continuidad.»Preguntado el señor Altares hasta dónde llega en el tiempo el libro que presentó ayer, dijo: «En realidad estudia concretamente el fascismo a partir de que se organiza como movimiento político. Sus estudios empiezan en 1932, es decir, cuando el fascismo comienza a aparecer como movimiento de reacción contra la República, si bien hace alusiones a la dictadura de Primo de Rivera y analiza la fundación de la Falange.
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