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Estreno de un documental sobre la caída de Allende

Se acaba de estrenar en Madrid, en el cine Bellas Artes, un documental que analiza, desde un punto de vista sociológico, las razones que hicieron posible el derrocamiento del Gobierno de Unidad Popular de Salvador Allende y la implantación de la Junta Militar presidida por el general Pinochet.En enero de 1974, el sociólogo belga Armand Mattelart, especializado en los estudios de los medios de comunicación; las montadoras Jacqueline Meppiel y Valerie Mayoux, con una larga experiencia en cine político, y el joven realizador brasileño Silvio Tendler se reúnen en torno al gran documentalista francés Chris Marker para hacer un documental que analice la última etapa de la reciente historia chilena. El punto de partida es la experiencia de Mattelart, que vivió en Chile desde 1962 hasta que la dictadura militar le expulsa, en 1973, y un amplísimo material cinematográfico de cinematecas y archivos de televisión de Estados Unidos, Europa, países latinoamericanos y, especialmente, Cuba.

«Nuestro propósito», dice Mattelart, «era analizar cómo la burguesía había construido su estrategia, cómo había descubierto su línea de acción de masas. Para lograrlo trabajamos con tres tipos de materiales: las películas dirigidas por chilenos, suecos, norteamericanos y cubanos en Chile; los noticiarios rodados por la izquierda chilena, y el material de diversas televisiones, no todas simpatizantes con Unidad Popular. A pesar de las limitaciones del material norteamericano, en varias ocasiones nos ocurrió que respondía mejor a nuestros propósitos que el de la izquierda. Por ejemplo, ante la manifestación de las cacerolas, diciembre de 1971, la izquierda reaccionó de una forma que repercutía en su manera de rodar: las mujeres que aparecen son las típicas reaccionarias, viejas y feas, que llevan vírgenes y sagrados corazones. En los documentales de la derecha se ven mujeres de otras clases sociales. Reunimos todo tipo de documentos, recortes de prensa y fotografías. También utilizamos unos grafismos de Jean-Michel Folon que hacen comprender mejor las relaciones de clase que caracteriza el enfrentamiento chileno.»

«Clasificamos este material», continúa Mattelart, «por orden cronológico y según las clases sociales protagonistas. Luego lo insertamos en siete apartados que jalonan el desarrollo de la estrategia de la burguesía chilena y del imperialismo, su aplicación dramática y su situación en función de los antecedentes históricos e ideológicos que lo explican y relacionan con la marcha del proceso revolucionario. A finales de noviembre de 1974 teníamos una película de tres horas, de la que luego cortamos 35 minutos. No había un comentario preestablecido, la estructura nació de la relación entre la propuesta de análisis que yo había hecho, las imágenes que teníamos y el cotidiano trabajo de montaje. »

«Hemos querido luchar», finaliza Mattelart, «contra la idea de que a la izquierda le repugna analizar a su enemigo y sólo lo hace a posteriori y para explicar que estaba vencida de antemano. Para no dar impresión de fatalidad hemos tratado de suprimir el carácter inevitable de las acciones de una clase concreta. Constantemente surgía la dificultad de que los dos campos no tienen las mismas formas de expresión en la lucha de clases. No hay dos columnas frente a frente. Acción y reacción no son simétricas. La respuesta de la izquierda a la manifestación de las cacerolas, por ejemplo, no fue una manifestación de sentido inverso, sino diferente, más difusa, menos espectacular.»

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