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Argelia rechaza oficialmente la propuesta de mediación tunecina sobre el Sahara

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Argelia no tiene ninguna reivindicación territorial sobre el Sahara occidental, ni desea corredor alguno al Atlántico, ni entiende sustituir al Polisario en una eventual negociación con Marruecos. Estos términos fueron empleados ayer por la agencia oficial de prensa argelina para cortar todos los rumores y especulaciones sobre un hipotético encuentro entre Chadli y Hassan II, promovido por Túnez. Según este medio, Argelia «no hará con el pueblo saharaui lo que el régimen egipcio ha hecho con el palestino».

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La opinión pública argelina desconocía la existencia de una nueva mediación tunecina, basada en la iniciativa personal de Habib Burguiba, para reunir al presidente Chadli Benjedid y al rey Hassan II. La prensa de este país ni siquiera se había referido a ella. Es cierto que las relaciones argelinas se caracterizan por su lentitud proverbial, pero una vez hechas públicas, la dimensión de éstas presentan muy pocas brechas para la especulación. Argelia no quiere negociar con Marruecos, Chadli no desea entrevistarse con Hassan II. Esta es una posición deprincipio que a los argelinos resulta desagradable tener que repetir a diario.Con no menos fruición, los argelinos admiten que el problema del Sahara occidental es, ante todo, político y no podrá ser resuelto únicamente por la vía de las armas (la cual es, en sí, un concepto distinto del que emite el Polisario), pero si aquí se prefiere al de negociación no se visualiza con claridad en qué podría beneficiar a Argel el sustituir a los representantes del Polisario, ya que hacerlo sería, por lo pronto, renegar de uno de los principios

básicos en los que se asienta la concepción filosófica de la revolución argelina.

La agencia argelina, en un editorial punzante, condena la «política de avestruz» practicada por el Gobierno marroquí, quien se obstinarla en presentar el problema del Sahara como un conflicto bilateral con Argelia. «Esta actitud», según la agencia, «es. ignorar que existe un pueblo del Sahara occidental, que existe una organización llamada Frente Polisario y que ese pueblo y esa organización han llegado a imponer su presencia, tanto en el plano militar como diplomático».

El «corredor al Atlántico» brindado por el monarca marroquí a Argelia sería para este país un regalo envenenado. La razón invocada para rechazar esa sugerencia, aparte de los referidos principios, es que después de todo Argelia, es un país vasto y diverso, que dispone de tierras, riquezas y potenciales más quesuficientes para su próximo futuro.

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Si las razones son eminentemente políticas, no faltan tampoco los elementos de orden pragmático. Argelia estima que la existencia de la RASD es ineluctable, y si debe disponer de ventajas y tratados económicos, éstos pueden esperar a ser firmados con el nuevo Estado saharaui.

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