Ludmila Vlasova,
la esposa del bailarín soviético Boris Godunov, que desertó la semana pasada en Estados Unidos, trata de aparentar que su vida no ha cambiado nada después del incidente diplomático a que dio lugar su salida de Estados Unidos y del recibimiento apoteósico que se le hizo en Moscú a principios de esta semana. En la foto de la agencia norteamericana UPI, la bailarina aparece dirigiéndose ayer a su trabajo, en el teatro Bolshoi, como si nada hubiera ocurrido.
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