La URSS acusa a un "país imperialista" de asesinar a uno de sus diplomáticos
El misterioso asesinato de un joven diplomático soviético en Suiza fue revelado ayer por el diario gubernamental Izvestia, después de cuatro meses de haberse producido. El periódico acusa de la muerte, producida por la droga LSD, «a los servicios de información de un país imperialista», sin especificar a qué país se refiere.Leonid Patchenko; de 32 años, funcionario soviético de la Organización Internacional del Cacao, con residencia habitual en Londres, se trasladó en los primeros días de abril a Suiza en viaje de servicio. El día 7 del citado mes apareció su cadáver, con las venas cortadas, en la bañera del hotel Argoviaerhof, en la ciudad de Argovia. Dos semanas más tarde, un periódico local anunció «el misterioso suicidio de un diplomático ruso».
Después de una primera autopsia, hecha por doctores suizos, su cadáver fue recogido por un médico y dos diplomáticos soviéticos, quienes comprobaron que Patchenko tenía numerosos y profundos cortes en los dos brazos. El 17 de abril se le hizo una segunda autopsia en Moscú. «Los expertos soviéticos», dice el periódico, «recurrieron a métodos fisicoquímicos muy especiales y descubrieron en el líquido celular el más activo de los alucígenos actualmente conocido: la licergamida, más comúnmente conocida por LSD. Se sabe perfectamente que los servicios secretos occidentales se sirven de él para actuar sobre el psiquismo humano.» Los médicos soviéticos aseguran haber encontrado parcelas de órganos en el pecho y vientre de Patchenko que no le pertenecían. Las autoridades suizas no han dado ninguna respuesta sobre esta anomalía.
Izvestia se interroga sobre los motivos del asesinato, y afirma que lo único claro es que no se trata de un suicidio. Señala, asimismo, la desaparición de un inglés que trabajaba en Londres con Patchenko en la Organización Internacional del Cacao. «¿Qué ha pasado?», se pregunta un informador. «¿Un error en la dosificación de la droga que le daban con el fin de debilitar la voluntad del diplomático? ¿Una muerte violenta premeditada por razones todavía desconocidas, por ejemplo, por negarse a colaborar con los servicios extranjeros?»
El periódico subraya que la «monstruosa muerte ha causado «furor e indignación en la URSS», y señala que en los últimos tiempos los servicios suizos han organizado provocaciones contra los ciudadanos soviéticos residentes en Suiza. «Una campaña de calumnias tolerada por las autoridades locales», se escribe, «ha creado en este país una atmósfera de hostilidad y desconfianza hacía el personal soviético en la ONU y otros organismos internacionales», y se pregunta si después de este suceso es posible seguir considerando a Suiza como lugar conveniente para mantener las sedes de organismos internacionales y, sobre todo, de las Naciones Unidas.
