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Sorpresa en la OUA por la decisión de Hassan II de no asistir a la cumbre

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Argel guarda silencio sobre el gesto del monarca marroquí

La venida de Hassan II a esta decimosexta cumbre africana, que tiene como punto destacado en su agenda la cuestión del Sahara y la discusión final de las recomendaciones formuladas por el comité ad hoc de notables, se daba por segura y se tenía la certeza de que, a pesar de que Argelia mantiene que la cuestión del Sahara es un asunto de descolonización y que debe ser tratado directamente por Marruecos y el Polisario una forma de encuentro entre el presidente Chadli Benjedid y Hassan II iba a ser posible.La decisión de Hassan II es tanto ,más sorprendente por cuanto el barco personal del soberano marroquí, donde se iba a alojar por razones de seguridad, se encuentra en el puerto de Monrovia. Asimismo, la seguridad personal de Hassan II había inspeccionado anoche los lugares por donde en principio habría de moverse el rey marroquí.

Las especulaciones ahora en los medios próximos a la cumbre de la OUA son numerosas y se piensa que algo ha fallado a última hora en las gestiones que aparentemente tenían lugar a alto nivel y al margen de la conferencia, para que la visita de Hassan II fuera, si no un éxito, por lo menos no un fracaso.

De todas maneras, y según algunas fuentes árabes, Hassan II, después del efecto negativo causado entre los delegados de la conferencia ministerial de la OUA por los dos últimos ataques del Polisario, uno contra Tichla, en el Sahara mauritano, y otro contra Tata, en Marruecos, el soberano marroquí podría haber decidido no venir a Monrovia, pero quizá con la esperanza de que a última hora el nuevo presidente de la OUA, William Tolbert, y el comité de notables resuelvan apelar de nuevo a él para que venga a una reunión exclusiva sobre el tema sahariano.

Esta posibilidad, que es una mera especulación, contrasta con otras fuentes que estiman que los marroquíes estarían convencidos, después de los ataques del Polisario y las reiteradas afirmaciones argelinas, de que se trata de un problema de descolonización y que Argelia no tiene nada que discutir al respecto con Marruecos, de que nada positivo podría salir de la actual cumbre de Monrovia.

En cualquier caso, una cierta incertidumbre parecía existir en el seno de la delegación marroquí, tras las declaraciones del consejero de Hassan II Reda Guedira a la revista Jeune Afrique. Guedira llegaba a sugerir que Marruecos, como gran concesión, podría llegar a reconocer a la entidad Polisario, y esto había hecho pensar a marroquíes y delegados que se trataba de una postura sugerida por el monarca alauita.

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Aunque ningún mentís ha llegado de Rabat sobre la citada entrevista, el presidente de la delegación marroquí en Monrovia, ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucetta, declaró el mismo día de la publicación de la entrevista que Marruecos sigue considerando que la crisis del Sahara es un tema bilateral entre Argelia, «que arma a las bandas mercenarias», y Marruecos. La evidente contradicción entre Guedira y Bucetta pudiera, en definitiva, reflejar los diferentes enfoques que sobre el problema del Sahara se manejan hoy en las altas esferas del Gobierno marroquí.

Qué alcance tiene la ausencia de Hassan II de esta cumbre es otro asunto. ¿Se trata quizá de que Marruecos, definitivamente, y como también lo dicen sus adversarios polisarios y argelinos, cree que efectivamente el Sahara sólo tiene solución sobre el campo de batalla? Si es así, y para ser consecuentes con la actitud del ministro de Asuntos Exteriores marroquí, una confrontación argelino-marroquí no estaría descartada.

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