Un herido grave en el segundo encierro

El segundo encierro de los sanfermines dejó ver la cara dramática del espectáculo: un joven granadino, José María Fernández, fue alcanzado en el cuello por Ollero, un toro de la ganadería de los Guardiola, en el interior de la plaza. El pronóstico médico es grave, pero se espera su recuperación. A su vez, los pequeños tuvieron ayer su encierro txiki, auténtica novedad en los sanfermines de este año, que finalizó sin percances.Pamplona pasó el domingo la prueba de fuego de sus fiestas, Todos los rumores, todos los comentarios, todas las falsas noticias sobre lo que podía ser la j ornada del día 8 se convirtieron en «agua de borrajas». Con menos gente que en otros años -eso es evidente- la jornada del domingo fue más intensa que nunca en alegría y ganas de juerga. Y en buena parte hay que agradecerle a Superman, es decir, al mozo que se disfrazó de Superman, el enorme capotazo que echó sobre la plaza en la corrida del domingo. Superman, que fue el héroe de la jornada junto con los otros dos mozos disfrazados de novia y canónigo, crearon el clima propicio. El Ayuntamiento de Pamplona debería concederles el pañuelo de honor de los sanfermines.

También el domingo, Iñaki Perurena, quizá el mejor harryasotazalle (levantador de piedras) de todos los tiempos, volvió a batir sus propios récords durante un festival de deporte rural vasco celebrado en la plaza de toros. Perurena, con sólo veinte añitos, levantó con las dos manos, cuatro veces en cuatro minutos y cuarenta segundos, la piedra cuadrangular de 263 kilos, y por si no tuviera poco con esta hazaña, en una segunda exhibición levantó la piedra de 220 kilos con una sola mano seis veces en menos de cinco minutos. Después de sus nuevos récords mundiales, Perurena, un mocetón de Leiza (Navarra) que es carnicero, está preparando nuevos intentos con piedras todavía más pesadas.

Los sanfermines de este año son las fiestas del agua. Comoquiera que el calor está apretando a tope desde que comenzaron, la salida de las peñas, que este año han inaugurado tres recorridos distintos, es un festival de agua. Desde los pisos la gente tira a los mozos agua con baldes, jarras, vasos, mangueras, etcétera. Todos los procedimientos son válidos y bien acogidos.

A Pamplona este año no ha venido tanta gente como en fechas anteriores. Es una verdad evidente porque se nota en la calle. Sin embargo, la fiesta no ha decaído ni un pelo; al contrario, casi se podría decir que en ningún otro San Fermín ha habido el ambiente de este año, las ganas de este año y hasta el sol de este año. Parece que San Fermín, paseado a hombros el sábado por Pamplona, este año se está acordando más que nunca de su ciudad,