Rumores de fraude electoral en Bolivia
«Yo, o la guerra civil» es el brutal desafío que el que fue durante tres meses presidente de Bolivia, Víctor Paz Estenssoro, ha lanzado en público tres días después de la celebración de las primeras elecciones democráticas que conoció este país suramericano tras quince años de sucesivos regímenes militares.La frase está contenida en varias declaraciones hechas en las últimas horas por Paz Estenssoro o por sus más allegados colaboradores a corresponsales extranjeros y cuando los cómputos parciales de las elecciones generales del domingo último sitúan a la derechista Alianza del Movimiento Nacionalista Revolucionario (AMNR), de Paz Estenssoro, en el segundo lugar, con el 29,8% de votos, por detrás de la Unidad Democrática Popular (UDP), de Hernán Siles Zuazo, que ha alcanzado el 37,3% en las urnas.
De hecho, la UDP -la gran coalición frentista de la izquierda boliviana- ha quedado consagrada como la primera fuerza política del país, aunque, por no haber llegado a la mayoría absoluta, su líder, Hernán Siles Zuazo, no ha podido ser elegido directamente a la presidencia de la República.
La elección de presidente de la República -y la consiguiente formación de Gobierno- debe pasar ahora a manos del Parlamento, en el que la presencia de la ultraderechista ADN (Alianza Democrática Nacionalista), fiel al ex dictador Hugo Banzer Suárez, que obtuvo en las urnas sólo el 17,1% de los votos, hará más complejas, sin duda, las negociaciones para la elección en primera instancia de entre los tres candidatos más votados por el pueblo.
Hay que anotar que los resultados parciales computados hasta ahora -que abarcan al 67% de los votos válidos- son todos de carácter extraoficial. Los escrutinios oficiales pueden durar hasta el 30 de julio, y las informaciones conocidas hasta la noche del martes 3 de julio hablan de un total de votos computados del 22,67%, donde la ventaja que la UDP llevaba sobre la AMNR se ha reducido al 0,3 %.
Los rumores acerca del fraude electoral que se podría estar cometiendo en favor de la AMNR han comenzado a cobrar fuerza. En efecto, y con el pretexto de que las fuerzas armadas habrían «vetado» el acceso de la UDP al Gobierno, partidarios de la elección de Paz Estenssoro estarían recurriendo a todos los medios para demostrar que él es el único que podría consolidar la frágil democracia boliviana.
