Se negocia en el FORPPA la ordenación del olivar

Hoy comienzan en el FORPPA las reuniones entre el ministro de Agricultura y las cinco organizaciones agrarias de ámbito nacional para estudiar la ordenación del sector olivarero y acordar el precio para el aceite de oliva, que el pasado mes de abril quedó fuera de la tabla de precios de productos agrarios sometidos a regulación de campaña.

El acuerdo alcanzado entonces para este producto suponía la continuidad de las negociaciones en una mesa de trabajo que debería estudiar los problemas del sector. Este grupo de trabajo finalizó las reuniones el pasado 20 de junio y ha compilado sus conclusiones y propuestas en un documento que servirá de base para las negociaciones que hoy se inician: el grupo ha estado integrado por técnicos de la Administración y representantes de los sindicatos agrarios, cooperativas y organismos relacionados con el olivar.

Ordenación del sector

Según el documento, el objetivo final de esta ordenación es conseguir su «racionalización», incrementando la productividad, garantizando un equitativo nivel de vida a los agricultores y asegurando a los consumidores unos precios razonables.Como actuación se propone la clasificación de la superficie cultivada en olivar no productivo, olivar productivo y olivar susceptible de transformación, y la concesión de ayudas para cultivos, según estos grupos.

La mesa de trabajo propone, entre otras acciones de apoyo técnico por parte del Ministerio de Agricultura, la creación de una red de avisos agrícolas sobre tratamientos de plagas y enfermedades, tratamientos colectivos y fomento de los sistemas de asociación agraria entre pequeños y medianos agricultores.

En cuanto a la comercialización del fruto, se requiere a una potenciación de la calidad del aceite de oliva, mediante acciones que afecten a todo el proceso productivo (especialmente la recolección).

Regulación del mercado

El documento dedica varios puntos a la prevención de fraudes en defensa de consumidores y productores; se propone, en este sentido, la prohibición de destinar al consumo de boca los aceites vírgenes que no sean de las calidades extra o fino, salvo en aquellas provincias en que ya es habitual el consumo de aceite de superior graduación. También se propone intensificar la inspección por parte del Servicio de Defensa contra Fraudes y de la Dirección General de Consumo en las diversas fases de preparación, elaboración y comercialización en lo que se refiere a mezclas de aceites, calidad y envasado de los mismos. Considera necesario el grupo de trabajo que se prohíba elaborar aceite y grasas de otras clases, tanto de origen animal como vegetal, en aquellos locales donde se obtenga aceite de oliva.El plan que se propone tiene como objetivo principal -según el escrito- conseguir un sectoralmazarero dotado de medios técnicos que permitan llevar a cabo la molturación y aprovechamiento de la producción de aceituna de almazara en adecuadas condiciones higiénico-sanitarias y técnico-económicas.

Esta campaña, muy buena

La campaña olivarera 1978-1979 puede considerarse como muy buena, en comparación con las de los últimos años. La producción obtenida (465.000 toneladas de aceite) es la más alta desde 1968 (año récord, con 480.000); y si se tiene en cuenta la superficie cultivada desde entonces, el rendimiento medio (249 kilos de aceite por hectárea) es ligeramente superior al de aquel año (238 kilos). Esta excelente producción, según los técnicos, ha sido posible gracias a una climatología favorable durante el invierno y la primavera, a la sequedad del otoño y a la baja incidencia de plagas; sin embargo, estos buenos resultados son causa de preocupación para el año que viene.Pendiente de estas negociaciones, en abril quedó sin aprobar el precio para el aceite de oliva, considerando la mayor parte de las organizaciones agrarias que, de hacerlo, se podría dar lugar a maniobras especulativas. El precio de referencia aprobado el año pasado para este producto fue de 105 pesetas/kilo, que podría quedar en torno a 115 para la próxima campaña.