El Papa recibe en audiencia al historiador y disidente ucraniano Valentin Moroz

El historiador y disidente ucrania no Valentín Moroz, que el pasado 27 de abril, junto con otros cuatro opositores al régimen, fue canjeado por dos espías soviéticos, mantuvo ayer una entrevista de 35 minutos con el papa Juan Pablo II.Ayer, en el Boletín Oficial de la sala de prensa de la Santa Sede, que fue distribuido a los periodistas a las doce y cuarto de la mañana, figuraba, entre las audiencias privadas concedidas por el Papa, el nombre del disidente Moroz. Momentos después, el Boletín fue retirado y cambiado por otro, en el cual ya no figuraba entre las audiencias el nombre de Moroz. Interpelado el director de la sala de prensa, Panciroli, afirmó que el señor Moroz no se había presentado a la audiencia. Extrañados, los periodistas llamaron telefónicamente a un amigo del disidente, quien aseguró que Moroz había salido, y con mucha anticipación, para el Vaticano. En un primer momento se pensó en el problema del tráfico de Roma o en algo peor.

Más tarde, la agencia Ansa aseguró que el disidente ruso no sólo había sido recibido por el Papa, sino que se había presentado a la audiencia con casi una hora de anticipación. El Papa, es verdad, le recibió con algún retraso, porque se había alargado en una audiencia con el patriarca Meliton, metropolita de Calcedonia. Entre las doce y la una, el Papa recibió al señor Moroz.

Un periodista llamó a Radio Vaticana para saber si en la lista de audiencias de la mañana figuraba el señor Moroz, y le fue respondido que no figuraba.

Oficialmente, pues, el disidente ruso, de religión ortodoxa y de origen ucraniano, no ha sido recibido por el Papa.

Quizá se habrá tratado sólo de «prudencia vaticana». Probablemente, afirmaban ayer algunos observadores, a alguien en la curia le habrá parecido que era darle demasiada importancia a la audiencia haciéndola figurar en el Boletín Oficial del Vaticano.