Primer encuentro de Margaret Thatcher con los dirigentes soviéticos

La sala de personalidades del aeropuerto moscovita de Evnukovo ha sido el escenario del primer encuentro entre la jefa de Gobierno inglesa, Margaret Thatcher y el dirigente soviético, Alexei Kossiguin, quien conversó con la dirigente británica durante hora y media, en la escala que esta efectuó en su viaje a Tokio.La entrevista ha sido calificada por ambas partes de «intercambios valiosos y positivo». Las relaciones entre la URSS y Gran Bretaña no pueden calificarse de «entrañables».

En el Kremlin temen a la señora Thatcher, a quien en un cartel de propaganda soviético del año 1976 se la dibujaba ridículamente y se la calificaba de «la bruja de la guerra fría». Los temores se concretan en las medidas que adoptarán los conservadores para incrementar el potencial militar, en particular el nuclear, y en el aumento de la ayuda que va a proporcionar Gran Bretaña a la OTAN «para evitar la amenaza soviética».

Tampoco parecen muy contentos por estas latitudes ante el planteamiento de relaciones que los tories desean mantener con la República Popular de China, y su disposición a ayudar a la modernización de la economía pekinesa, al tiempo que les venderán los caza bombarderos Harrier.