Girón: "Hay signos de guerra en el horizonte de España"

José Antonio Girón fue reelegido presidente de la Confederación Nacional de Ex Combatientes, en el curso de la quinta asamblea de esta entidad, celebrada en Madrid el pasado domingo. En su discurso, el señor Girón dijo que han vuelto a aparecer «signos de guerra en el horizonte de España», y si la mayoria de los españoles decide seguir un camino distinto al constitucional, «no habrá texto legal alguno que lo pueda impedir».

«Lo deseable para todos nosotros -comenzó diciendo el señor Girón- sería que esta asamblea pudiera dedicarse exclusivamente a los fines primarios de hermandad y camaradería que le son propios. Pero hay mucho ruido en la calle, demasiado ruido en la calle, para que nuestro viejo oído de centinelas pueda distraerse en cuestiones menores.» Citó después una frase de José Antonio sobre el destino de guerra y de muerte que había tocado vivir a su generación, y aseguró que «ese signo, tras la larga y fecunda paz del régimen que alumbramos entre todos, ha vuelto a aparecer en lontananza como una siniestra figura».Elaboró posteriormente una hipótesis, según la cual las dos superpotencias estarían dedicándose a desgarrar a España, una de ellas interesada por el triángulo de las provincias vascongadas, y la otra por las Canarias. Por otra parte, el poderío económico alcanzado por España estaría siendo destruido, llevando a las empresas a la ruina y a ingentes muchedumbres de trabajadores a una situación desesperada.

Ante la sucesión de desastres que, según el conferenciante, afectan a España, el señor Girón hizo una invocación a la «conciencia nacional» en los siguientes términos: «Podemos ir a la superación por una vía rigurosamente constitucional. La Constitución es revisable, como todo texto de esta índole; pero es que, aunque no lo fuera, si la voluntad de la mayoría de los españoles decide elegir otro camino; elegir el camino de la salvación nacional, no habrá texto legal alguno que lo pueda impedir.»

«Las autonomías puestas en marcha -prosiguió- van a arrastrar no sólo a un Gobierno débil y a la cabeza visible de un partido inexistente; van a arrastrar, señores, a España.» Y agregó: «Este es el momento en que España debe decir, civilizada pero enérgicamente, no. España no puede asistir impasible a su fusilamiento. No puede asistir impasible a que se la trocee y se la repartan los esbirros de una conjura internacional.»