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Apuntes biográficos

Chick Corea nació hace unos 35 años en Chelsea (Massachussets), de padre yanqui-italiano, que también era músico profesional. A Chick le iba el jazz desde pequeño, pero a la edad de once años se decidió a estudiar piano clásico por la cosa de la técnica. En 1960 se va a Nueva York, donde toca con Stan Getz, Herbie Mann o Mogo Santamaría, entre otros mil. En el 1969 se une a Miles Davis, quien le pone delante de un piano eléctrico y le hace participar en sus discos más vendedores, piedras fundamentales del jazz-rock: In a Silent Way, Bitches, Brew y Live At The Fillmore. Dejó a Miles para dedicarse a una esplendorosa carrera de piano solo, a la que más tarde añadiría sus andanzas eléctricas, con Return To Forever. En la actualidad, Chick Corea sigue siendo uno de los mejores pianistas de jazz contemporáneo y al mismo tiempo uno de los más personales.

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Herbie Hancock nació el 12 de abril de 1940 nada menos que en Chicago. Comenzó a tocar muy pronto, llegando a Miles Davis justo antes de Corea, en los años que van de 1963 a 1969. Cuando lo dejó formó un grupo semiexperimental llamado Sextet, que más tarde se transformaría en Headhunters, practicando una música más o menos ligada al jazz-rock y que poco a poco iría degenerando hacia la discoteca, estilo este que le ha hecho millonario. Sin embargo, la carrera de Hancock ya había contemplado algún éxito, como la canción Watermelos Man, cubierta entre otros por Manfred Man, a mediados de los sesenta. Hace dos años volvió a reunir el antiguo grupo de Miles Davis (sin Miles), de donde quedaron unos cuantos buenos elepés a nombre de V.S.O.P., y el año pasado realizó una gira con Chick Corea de parecidas características a la actual. El estilo de Hancock es más directamente jazzy que el de Corea, si bien también tiene influencias clásicas y algunas africanas. Es budista, mientras que Chick es escientólogo. Tal vez ahí resida la diferencia.

Iceberg se formó como grupo en 1974, contando con Max Sufle, a la guitarra; Joaquín Mas (Kitflus), a los teclados; Jordi Colomer, a la batería, y Primitiu Sancho, al bajo. Todos ellos habían participado en numerosos grupos catalanes de finales de los sesenta, hasta que en un determinado momento decidieron formar un grupo (en el cual también estaba Angel Riba (como cantante) para poder hacer su música. Apoyados por Serrat grabaron un elepé por su cuenta que después de muchos tumbos fue editado por la Compañía Fonográfica Española, que entonces estaba dirigida por Alain Milhaud, creador, entre otros, de Los Bravos o Los Pop Tops. A partir de ese momento, la carrera de Iceberg fue en ascenso, a pesar de una mayoría de frías críticas. Junto a Triana era el grupo más taquillero de España, a pesar de que su música nunca fue demasiado directa. Hace apenas un mes decidieron su separación para lanzarse a la búsqueda de nuevos horizontes.

Detrás dejan cinco elepés a los que se sumará un último a modo de despedida. A través de ellos, Iceberg pasó de una etapa que muchos calificaron como sinfónica (su primer elepé: Tuthankamo) a otra más directamente enfocada hacia un jazz-rock muy influido por la Mahavishnu Orchestra y Larry Coryell. Su punto más alto llegó con los elepés Coses Nostres y Sentiments, basado en gran medida en ritmos y formas flamencas, bien que pasadas por el virtuosismo que resultaba extraño en nuestro país.

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