Es inexorable el crecimiento del sector público

El ministro de Hacienda, Jaime García Añoveros, consideró ayer inexorable el crecimiento del sector público, es decir, la participación del Estado en la economía, y defendió que ese crecimiento no respondía a decisiones de políticos socializantes o intervencionistas, sino a una necesidad real auténtica. Según el señor García Añoveros, el incremento del sector público en los próximos años es incontestable y las distintas opciones políticas se limitan a sugerir variaciones en el ritmo o en su orientación.El señor García Añoveros, al hilo del debate sobre los presupuestos generales del Estado, realizó una exposición clara de la postura del Gobierno respecto del gasto público y arremetió contra quienes lloran por el aumento de la participación del Estado en la economía. «Están derramando lágrimas de cocodrilo», dijo, «ya que buscan después a los entes públicos para que resuelvan sus problemas.»

El crecimiento del sector público, añadió el ministro, no implica necesariamente una disminución de la iniciativa privada. En España, el sector público va a aumentar porque existen necesidades sociales que deben ser cubiertas. «Las perspectivas», prosiguió, «no indican un cambio en esta tendencia: existen demandas reales de la sociedad en favor de mayores y mejores servicios públicos, así como de un aumento del intervencionismo del Estado, especialmente en aquellos sectores que se encuentran en crisis.»

«Nadie se extraña, ni trabajadores ni empresarios, de que se recurra al Estado cuando existen sectores en crisis», dijo más adelante el ministro de Hacienda «Todo ello determina presiones importantes que vienen de todos los sectores políticos y que ocasionan el crecimiento del gasto público global y, por consiguiente, del sector público en la economía.»

Estimó el señor García Añoveros que, pese a todo, resultaba arriesgada una programación cuantitativa de ese crecimiento, porque dependerá mucho del incremento del producto interior bruto, y planteó seguidamente el segundo punto básico de su intervención: a más gasto público, más impuestos.

Otro problema, prosiguió el ministro de Hacienda, es el de la eficiencia en la gestión del gasto público. «Puede suceder», agregó, «que el dinero no esté bien administrado y que, con esa cantidad, sea posible dar algo mejor.» Se quejó el señor García Añoveros de la superficialidad que encierran muchas de las críticas encaminadas en este sentido y planteó que era necesario mejorar las técnicas de elaboración de los presupuestos. «El Gobierno piensa crear dentro de cada órgano gestor del gasto una oficina de presupuesto», anunció, «así como modificar la contabilidad pública, introduciendo la contabilidad de costes, y potenciar los mecanismos externos de control del gasto público.»

Subida del precio de la gasolina

En una intervención anterior ante el Pleno del Congreso, el señor García Añoveros calificó los presupuestos de progresivos y expansivos: suponen, dijo, un incremento del 25% respecto a los de 1978. Contestando al diputado comunista Ramón Tamames, que retiró la enmienda a la totalidad presentada por su grupo, pero la explicó, el ministro de Hacienda manifestó que, en los momentos actuales, y si no existe modificación en el precio de los derivados del petróleo, los ingresos por este concepto serán de 45.000 millones de pesetas, casi 10.000 millones menos de los inicialmente presupuestados. «Es posible que en el futuro sea necesario revisar esos precios; no estoy haciendo un anuncio oficial, pero es posible», terminó.