Escepticismo de la juventud soviética en el aniversario del final de la guerra mundial
La juventud soviética sigue con escepticismo la conmemoración que en la URSS se hace estos días del XXXIV aniversario del final de la terminación de la segunda guerra mundial. Ayer, precisamente, se celebró ese aniversario, que en el mencionado país se acogió con gran solemnidad oficial.
Este año la conmemoración se anticipó hace varias semanas. Una película, La guerra desconocida, se proyecta, con dificultades para conseguir localidades, en numerosos locales de este país. Son veinte capítulos de una hora de duración, que se exhiben de dos en dos en todos los barrios de Moscú. Carece de argumento. Es una serie de documentales que reflejan cronológicamente los acontecimientos desde el 22 de junio de 1941 hasta «la última batalla de la guerra». La serie se hizo en coproducción con Estados Unidos, que la ha proyectado a través de la televisión, y que prácticamente sólo tuvieron que poner a Burt Lancaster como mero enlace narrador entre capítulo y capítulo.Durante año y medio se revisaron en Moscú más de un millón de metros de película. La mayoría de las filmaciones habían sido obtenidas por Roman Karmen, realizador soviético que falleció a poco de terminar esta serie, muy conocido en España, donde se inició como filmador de escenas de guerra. En el primer capítulo de la serie se ofrecen imágenes impresionantes recogidas durante la guerra civil española, entre las que destacan las obtenidas en el transcurso del ataque alemán a Guernica.
La serie ha sido realizada a propuesta de la empresa de televisión neoyorquina Air Times, que contó con la colaboración de más de quinientos trabajadores de archivos, especialistas, técnicos y montadores soviéticos, que utilizaron todo lo recogido por el famoso Archivo Cinematográfico del Kremlin.
Se preparó un equipo especial para la coproducción formado, por parte soviética, por Andrei Alexandrov, asesorado en la parte propiamente documental por Roman Karmen y en lo militar por el general del Ejército Pavel Kurochkin.
Nosotros hemos visto algunos capítulos de esta serie que se proyectan en los cines comerciales de Moscú. También comprobamos el interés con que son seguidos, por el público de edad madura y presenciamos escenas de emoción ante los sucesos ocurridos hace más de cuarenta años, de los que algunos de los asistentes habían sido protagonistas o tienen vinculaciones familiares que les hace recordar aquellas desgraciadas circunstancias.
Por el contrario, también hemos hablado con jóvenes entre los veinte y veinticinco años, la mayoría universitarios, quienes nos han confesado que no irán a presenciar estos documentales porque «ya estamos hartos del tema de la guerra». También les preguntamos si siguen a través de la televisión las series que estos días se ofrecen sobre los temas de «la gran guerra patria» y su contestación ha sido análoga: «No vemos la televisión, porque cuando llegan las vísperas de estas conmemoraciones ya sabemos lo que nos van a contar. »
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