Homenaje a Bernaola en los "Días de Música Contemporánea de RNE"

El ciclo Días de Música Contemporánea de RNE ha dedicado sesiones a «Música argentina» (grupo Encuentros de Buenos Aires), dúo Fusión Moderne (Harry Sparnaay y Polo de Haas), «La electrónica en vivo» (Colectivo Renovador del LIM), «Carmelo Bernaola: cincuenta años» y «Josep María Mestres-Quadreny: cincuenta años». Este último concierto -aún no celebrado al escribir estas líneas- estará protagonizado por el Grup Instrumental Catalá y presentará seis significativas composiciones del autor catalán, incluyéndose el estreno absoluto de Magoria, obra encargada expresamente por RNE para esta sesión. Del interés de la música y de la solvencia de los intrumentistas catalanes, que contarán con la presencia y el apoyo del propio Mestres-Quadrany, cabe esperar un excelente punto final para este ciclo.El primer concierto, bien válido como toma de contacto con la joven música argentina, así como el segundo, protagonizado por el formidable clarinetista Sparnaay que actuaba ya por tercera vez en la sala Fénix de Madrid, contaron con muy escaso público. Un poco mayor fue la concurrencia para escuchar en vivo los proyectos compositivos de Villa Rojo, interesante combinación de partes instrumentales y elaboración electrónica inmediata. El peso de la temporada musical, ya en sus semanas finales, la misma sobrecarga de actos en estas fechas y el hecho de que los que comentamos sean conciertos planeados para su transmisión radiofónica directa puede explicar la pobre participación del público, pero no justificarla en un acto como el del día 3, que era, además de un gran concierto, un motivo para rodear de calor, de gratitud incluso, a un músico de tan gran significación como es Carmelo Alonso Bernaola.

El programa, muy bien seleccionado en función de esa voluntad de homenaje al autor en su cincuenta cumpleaños, presentaba Trío sonatina (1954), Cuarteto 1 (1957), Superficie 1 (1961), Polifonías (1969), Arguia ezta ikusten (1973) y A mi aire (1979). La última obra constituía estreno absoluto: es una breve y atractiva composición para piano, tríos de cuerda y de viento y un percusionista, preciosa de sonoridad, coherente y lógica en su trazo formal y con ese interés tímbrico que es permanente motivo de admiración en las obras de Bernaola. Anteriormente habíamos recorrido, con los comentarios de Tomás Marco, la línea evolutiva que va desde el Trío sonatina -obra encantadora, vitalista y demostrativa del espléndido oficio con que el autor arrancaba hace veinticinco años- hasta la magnífica Arguia ezta ikusten, composición para tres instrumentistas también (clarinete, piano y percusión), pero cuyo curso no se sigue como si se tratara de un «trío de cámara»,

Una docena de intérpretes, englobados en el grupo Koan, desfilaron en combinaciones diversas, interpretando con solvencia las seis partituras.