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Cerradas en EEUU las centrales idénticas a la de Harrisburg

Las centrales atómicas norteamericanas equipadas con reactores idénticos al accidentado hace un mes en Harrisburg serán cerradas «voluntariamente» por las compañías eléctricas propietarias de las mismas, hasta que se revisen y perfeccionen los sistemas de segur¡dad y a instancias de la Comisión Reguladora Nuclear.

El cierre «voluntario» de las cuatro plantas nucleares diseñadas por la empresa Babcock and Wilcox, que estaban en funcionamiento fue una solución de compromiso, tras duras negociaciones entre las compañías eléctricas y las autoridades norteamericanas. Esta fórmula evitó una orden de cierre de la Comisión Reguladora Nuclear, que podía haber sido dictada ayer.Según informó Harold Denton, quien había recomendado el jueves el cierre de las centrales, las compañías eléctricas se comprometieron a detener temporalmente el funcionamiento de cuatro plantas nucleares y a no reanudar el de otras cuatro que estaban paradas, por estar realizándose en ellas operaciones de mantenimiento o recarga de combustible.

La central de Rancho Seco, en California, se cerrará hoy mismo, al igual que una de las unidades de la planta de Okonee, en Carolina del Sur. Otra unidad de esta central se detendrá el próximo 12 de mayo, y la tercer, una semana después.

Las empresas propietarias de las centrales diseñadas por Babcock and Wilcox prometieron también realizar nuevos análisis de seguridad, efectuar las modificaciones necesarias, preparar nuevos procedimientos de emergencia y mejorar el nivel de capacitación profesional de los empleados de las plantas atómicas.

Cierre indefinido

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No se anunció cuánto tiempo permanecerán cerradas las ocho unidades, aunque anteriormente se había estimado que serán necesarios por lo menos dos meses para efectuar las revisiones y modificaciones que mejoren las garantías de seguridad.

Durante los últimos dos días, las compañías eléctricas ofrecieron a las autoridades instalar en las plantas atómicas mejores sistemas de seguridad, para evitar una orden de cierre. Tras la recomendación hecha el jueves por un equipo de expertos, la Comisión Reguladora Nuclear retrasó en dos ocasiones la votación sobre la orden de cierre y, finalmente, se suspendió esta votación, al llegarse a un acuerdo para el cierre «voluntario» por parte de las compañías propietarias. Esta fórmula «satisface las preocupaciones sobre la seguridad de los reactores Babcock and Wilcox, dijo Harold Denton.

En sus intentos de impedir una orden de cierre por la Nuclear Regulatory Commission, las compañías habían anunciado que la detención de las centrales costaría a los consumidores unos cien millones de dólares al mes y posibles cortes en el suministro de fluido.

Mientras tanto, seis comisiones distintas, una de ellas nombrada por el presidente Carter, investigan el accidente de Harrisburg, el más grave de los que se tiene noticia en la historia de la utilización industrial del átomo. El reactor accidentado en Three Mile Island no ha podido todavía ser apagado totalmente y, aunque la temperatura en el interior del núcleo ha descendido notablemente, los ingenieros nucleares anunciaron ayer que el «apagado en frío» del reactor volverá a retrasarse, quizá hasta finales de la próxima semana.

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