Carter "considera seriamente" la fabricación de la bomba de neutrones

El Gobierno norteamericano anunció ayer que el presidente Carter está «considerando seriamente» la fabricación de la bomba de neutrones como respuesta a la instalación por la URSS de un nuevo tipo de misil nuclear táctico, de corto alcance, en la República Democrática Alemana.

En una clara y pronta reacción a la noticia de que Moscú se encuentra haciendo preparativos para instalar en territorio de la RDA misiles nucleares del nuevo tipo SS-21, el portavoz de la Casa Blanca, Jody Powell, manifestó que Carter posiblemente se decidirá a basar la bomba de neutrones en Europa para compensar la reciente acción soviética.La bomba de neutrones es un nuevo tipo de arma, basado en la tecnología nuclear, que destruye mediante radiación de una lluvia de neutrones, en lugar de hacerlo como consecuencia de una explosión atómica. De esta forma, la bomba destruye todo tipo de vida en un determinado radio de acción, pero deja intactas las construcciones y el material. Carter decidió, el pasado año, dejar en suspenso los planes norteamericanos para construir esta nueva arma.

La noticia de la instalación por la URSS del SS-21, un misil con un alcance de 150 kilómetros, en la RDA causó ayer una cierta conmoción en Washington y en los

países de la OTAN. Esta es la primera vez que Moscú instala, en los últimos diez años, un nuevo tipo de misil atómico en un país del Pacto de Varsovia.

Hasta la fecha, la amenaza atómica que pesaba sobre Europa occidental provenía de los misiles SS-20, de alcance medio, que están basados en la URSS. Al desplegar el SS-21 en la RDA, los técnicos de la OTAN sospechan que el principal objetivo de Moscú es el territorio germano occidental, cuyo Gobierno es un firme defensor de la existencia de bombas atómicas norteamericanas en su suelo. La OTAN, en cualquier caso, ya tiene en países europeos el misil Lance, capaz de portar bombas tácticas atómicas y la todavía inexistente bomba de neutrones.

Los expertos estiman que la sucesión de hechos en torno a la instalación de nuevo tipo de armas tácticas en el centro de Europa puede poner en peligro la culminación de las conversaciones SALT II sobre limitación de armas atómicas estratégicas.

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