Estreno de "Encantada de conocerle", de Oscar Viale

El dramaturgo argentino Oscar Viale estrenó anoche, en el teatro Infanta Isabel, la obra Encantada de con ocerle, interpretada por María Asquerino, Alberto Alonso, oreta Tovar y Arturo López, bajo la dirección escénica de Antonio Corencia. Por primera vez en España se representa una comedia de Oscar Viale, autor de éxito en los teatros de Buenos Aires, donde reside.

Oscar Viale, que se ha desplazado a Madrid para asistir al estreno, considera que la obra Encantada de conocerle significa la síntesis de su teatro, con «personajes absolutamente cotidianos metidos, envueltos en una situación, en un hecho extraordinario, que los obliga a aútivarse, a poner en marcha lo peor y lo mejor de sí, lo que admíte un análisis de sus conductas. Otros elementos contribuyen al retrato fidedigno que al mismo tiempo deforman esos hechos, esos actos, esas personas. Uno de los elementos deformantes es el humor, utilizado casi siempre apartir de las situaciones y no por la inclusión de chistes más o menos circunstanciales».« El otro elemento deformante -añade- es una cierta exasperación, cierto extremismo en el que se regodean -algunos de mis personajes. Son seres casi fronterizos, obnubilados por la dimensión de las situaciones o por una angustiosa necesidad de autoprotegerse. La obra tiene otros resortes, como el uso del tiempo y del lenguaje coloquial. El cable a la tierra con lo popular es tendido en mi teatro a artir del lenguaje puesto en boca de personajes reconocibles, sin que esto signifique una exaltación, sino todo lo contrario, una crítica que se vuelve contra esos mismos personajes.»

Antonio Corencia, director de la obra, declaró a EL PAIS que Encantada de conocerle es una comedia tragicómica, con un juego de sutilezas y una concepción del tiempo muy moderna. «El tema se centra en la soledad y la cobardía de una madre ante los problemas de una generación más actual y la utilización de los mecanismos de escape de la realidad. También desarrolla el comportamiento de la gente ante una amenaza que está presente sin darse cuenta, la evasión de una realidad que está impuesta. El personaje de esta mujer vulgar se desenvuelve en una sociedad adversa. El montaje está centrado en el juego de actores, en la interpretación, que tiene esquemas realistas con un toque de acidez. En el empleo de la música y el espacio escénico trato de dar una cierta ilusión, como si fuera una ilustración para una novela popular.»