Firmado el convenio de Michelin en Vitoria

Tras cuatro semanas de huelga y el secuestro por ETA político-militar del director general de la factoría, Luis Abaitua, a primera hora de la tarde de ayer, con la firma del convenio, terminó el conflicto de la empresa Michelin de Vitoria. La firma se produjo al llegar a un acuerdo la dirección y los trabajadores sobre el número de horas de trabajo semanales, único punto en el que persistía el desacuerdo.Los trabajadores habían venido reclamando desde hace tiempo el mantenimiento de 44 horas a la semana, frente a las pretensiones de la empresa de introducir un sistema de cuatro turnos. Finalmente, la parte social y la patronal llegaron al acuerdo de mantener las 44 horas semanales, pero en una cláusula anexa al convenio. De esta forma, los trabajadores consiguen su propósito para este año y la empresa no se compromete indefinidamente a no implantar los turnos.

Los puntos del convenio reflejan los acuerdos que se habían alcanzado antes de la ruptura de las negociaciones y suponen esencialmente un incremento salarial de 8.000 pesetas, en base a un préstamo de la empresa, con objeto de que ésta no rompa los topes salariales establecidos por el Gobierno. El préstamo será absorbido cuando la empresa recupere la libertad salarial.

Oficialmente, el acuerdo supone un incremento del 14% sobre la masa salarial, pero con el préstamo ofrecido por Michelin se alcanza en la práctica el 20% de aumento.

Desde el mes de enero el comité de empresa de Michelin decidió presionar la consecución de un convenio mediante huelgas de una semana de duración cada mes. Precisamente cuando acababa de terminar la segunda huelga semanal, un comando de ETA político-militar secuestró al director de la factoría, Luis Abaitua. Era el lunes 19 de febrero. La empresa decidió entonces plegarse a las condiciones de ETA y comenzar las negociaciones con los obreros. Tras diez días de secuestro, Luis Abaitua fue liberado en la madrugada del día 1 de marzo, coincidiendo con la jornada electoral.

Desde ese momento se sucedieron los contactos entre empresa y trabajadores con la mediación del inspector de Trabajo señor Ballestín, que había sido propuesto por los trabajadores. Las conversaciones se fueron alargando sin que el comité de empresa aceptase las sucesivas ofertas de la patronal, que terminó rompiendo las negociaciones hace una semana. En esos momentos se había llegado a un acuerdo prácticamente total en los puntos salariales, pero persistían las diferencias en torno a la jornada laboral.

El día 2 comenzó la cuarta semana de huelga, durante la cual se produjeron movilizaciones y manifestaciones diarias. En algunos momentos, la violencia sacudió las marchas de los trabajadores por la ciudad y varios empleados de Michelin, que no se habían sumado a la huelga, presentaron denuncias por amenazas y malos tratos.