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Efectos incalculables sobre el hombre

La nube radiactiva producida por el escape nuclear en la central de Harrisburg no es el primer caso que ocurre en Estados Unidos, pero vuelve a plantear el problema del nivel de exposición a la radiactividad que puede ser tolerable.La primera nube de este tipo se produjo en 1945, como consecuencia de la prueba inicial de la bomba atómica en Nuevo México. Su amplitud no se conoció hasta el año siguiente. En octubre de 1976 se creyó que había un escape en la planta nuclear de la Philadelphia Electric Company; finalmente se descubrió que se trataba de la lluvia radiactiva de una prueba nuclear china.

Los efectos de una exposición intensa fueron más evidentes en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, donde hubo decenas de miles de muertos en 1945. La comisión de víctimas de la bomba atómica ha estudiado en detalle los efectos en los supervivientes. Los principales han sido: nubes en la lente del ojo; tumores de tiroides, leucemia, cambios cromosomáticos en los linfocitos de la sangre y un deterioro de crecimiento en las primeras fases de la vida. Además, la tasa de retraso mental ha sido superior a la normal en los que se encontraban en los tres primeros meses de gestación.

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Decenas de "pequeños" accidentes

La Universidad de Utah ha informado recientemente de que la tasa de leucemia es significativamente más alta en los niños nacidos en 1951 en áreas sujetas a la lluvia radiactiva de las pruebas nucleares de Nevada.

La exposición a la radiación se mide en una serie de unidades. El roentgen se utiliza para la radiación electromagnética. El rad, para la dosis de radiación absorbida por la materia. En el aire, un rad equivale casi a un roentgen. Como las diferentes formas de radiación afectan de modo diverso al tejido vivo, otra unidad, el rem, se utiliza para la exposición humana, y representa un «roentgen equivalente hombre».

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