Desconcierto ante el acuerdo patronal-sindicatos que puso fin a la huelga

Un clima de general desconcierto reinaba ayer entre los padres de familia y en los medios educativos, mientras regresaban a las clases los alumnos de los colegios privados, después de tres días de huelga, a la que puso fin un acuerdo entre los sindicatos que la convocaron y la patronal que la apoyó.

Los padres de los alumnos y los profesores, tanto los que secundaron la huelga como los que se opusieron a ella, se preguntan cómo los sindicatos independientes pudieron llegar a un acuerdo con la patronal, si aquéllos y ésta habían considerado siempre al Ministerio de Educación y Ciencia como el verdadero interlocutor de las negociaciones que se perseguían con el paro. Un paro convocado, conviene recordar, para exigir del Ministerio de Educación y Ciencia el cumplimiento del artículo 124 de la ley General de Educación, que prevé la equiparación entre el profesorado privado y el estatal en el nivel de la enseñanza obligatoria y gratuita.El compromiso por parte de la patronal de incrementar los salarios de los trabajadores a lo largo del presente año en un 19% por encima del laudo dictado por el Ministerio de Trabajo, tras haberse negado a negociar el convenio, porque las centrales sindicales pedían aumentos superiores a los topes salariales señalados por el Gobierno, se interpreta entre los trabajadores como una evidencia de que la patronal ha obtenido garantías de incrementos importantes en las subvenciones que actualmente perciben. Garantías que nadie se explica cómo han podido obtenerse, si el Ministerio de Educación y Ciencia ha negado haber mantenido negociaciones con los sindicatos independientes y con la patronal.

No obstante, conviene señalar que los aumentos salariales acordados por la patronal CECE sólo comprometen a los centros asociados en dicha organización empresarial y que, en realidad, la suma de los porcentajes de subida (5 % en abril, y 14% en septiembre) arroja un promedio anual de un 10,6%, inferior al 13% de subida que van a experimentar los precios de los colegios, si la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos la aprueba,en virtud del informe que al respecto leha remitido la comisión general de subsecretarios. Ni que decir tiene que si se aprueba esta subida de precios, que tendría carácter retroactivo desde enero pasado, sí afectaría a todos los centros de enseñanza y no sólo a los integrados en la CECE.

De momento, la Confederación Católica Nacional de Padres, ante esta eventual subida de los precios, ya ha manifestado su decisión de realizar una campaña invitando a los padres a que no la paguen, mientras exige que se clarifiquen los «puntos oscuros» que permanecen detrás del acuerdo entre sindicatos independientes y empresarios.

FETE-UGT, CCOO y UCSTE han denunciado también el acuerdo con que se ha puesto fin a la huelga, apuntando la Federación de Enseñanza de CCOO que un eventual aumento de las subvenciones a la enseñanza privada de hasta un 54% «debe ser interpretado como un atentado a las competencias del Congreso en la aprobación de los presupuestos, y no consentiremos que dicha partida pueda ir en detrimento de las construcciones escolares o el pago del profesorado estatal ».

CCOO interpreta que ese supuesto aumento de las subvenciones es la clave que explicaría la «generosidad» de la patronal, en vísperas de la discusión parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado.