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Reportaje:Informe reservado del Gobierno sobre la adhesión a la CEE / y 6

España debe readaptar los acuerdos comerciales que mantiene con América Latina, Africa, Mediterráneo y países de la EFTA

España debe readaptar desde ahora su política comercial exterior con vistas a la adhesión a las Comunidades Europeas, afirma el informe reservado del Gobierno sobre la candidatura hispana a la CEE. En el documento se señala que los acuerdos que España mantiene con las naciones africanas insertas en la Convención de Lome comunitaria, América Latina, Este europeo, países mediterráneos, mundo árabe y EFTA deben de ser adaptados a la normativa comunitaria, que obligará a nuestro país a aceptar concesiones como las que se desprenden del sistema de preferencias generalizadas de la CEE. Por otra parte, y en el ámbito industrial, el informe apunta la necesidad de reestructurar otros sectores de la economía hispana, tales como el textil, siderúrgico, naval, artes gráficas y papel, automóvil. Escribe

Las relaciones comerciales de la CEE con terceros países es única y está regulada a través de la Comisión Europea. Ello obliga a la Administración española a un amplio esfuerzo de adaptaciones de la política comercial exterior en sus sectores bilateral y multilateral. Estas adaptaciones no presentan problemas de orden institucional, aunque sí en los planos económico y político.Sobre todos estos temas, el informe distingue varios apartados, uno de ellos dedicado a la llamada política convencional, entre los que destacan:

1. Ronda Tokio. Los resultados de estas negociaciones multilaterales para, la reforma del GATT deberán ser aceptados por parte hispana, lo que supondrá el establecimiento de nuevas diferencias arancelarias entre la tarifa exterior comunitaria (TEC) y el arancel español, amén de otras servidumbres relativas a acuerdos agrícolas internacionales, en los que pueden incluirse las especiales relaciones entre la CEE y Estados Unidos en el campo de los cítricos.

2. Relaciones con los países EFTA. España entrará en una amplia zona de libre cambio industrial europeo, lo que quedará amortiguado gracias a las negociaciones que mantiene con la EFTA, y que están pendientes de la firma de Portugal. Aquí se hará necesaria, ante la CEE y EFFA, la garantía de períodos transitorios y de un régimen de plafonds (techos a importaciones). Este entronque España-EFTA-CEE producirá efectos negativos en los acuerdos agrícolas que España ha establecido con la Asociación Europea de Libre Comercio de manera bilateral.

3. Países mediterráneos. Entre los acuerdos de la CEE con países terceros destacan los firmados por la Comunidad y los Estados mediterráneos, por ser estos últimos competidores directos de España en el ámbito agrícola. Se teme aquí que la CEE decida renegociar dichos acuerdos antes del ingreso de España para reducir las ventajas que obtendría la parte española en el seno de la CEE. Asimismo se piensa que: España deberá soportar el tránsito de transportes de productos de estos países por nuestro territorio y especialmente de la producción agrícola del Magreb. Una producción en la que la aportación española espera quedar beneficiada (en la unión aduanera comunitaria) en los siguientes productos, frente a los viejos competidores del Mediterráneo: cítricos, tomate de invierno, vino aceite de oliva, patata temprana, cebollas melones, conservas de tomate, conservas de sardina, ciruelas, pomelos y avellanas.

4. Países africanos. España deberá adoptar la llamada Convención de Lomé de la CEE (en la que se incluyen las relaciones comerciales comunitarias con países africanos, del Pacífico y malgache) y su sistema de precios especiales (Stabex). El documento anuncia posteriores estudios sobre todos esto temas y, dice que no cree que existan problemas en los futuros intercambios entre España y Guinea Ecuatorial, de manera especial en lo que se refiere al cacao.

5. Acuerdos preferenciales y no preferenciales. Los contratos no preferenciales de la CEE no presentan problemas. En el caso de China, menos aún, dado que España adoptó aquí el modelo comunitario. Los preferenciales sí traerán problemas, porque España deberá otorgar ventajas a terceros países y, de manera especial, a algunos muy desarrollados, como Argentina, Brasil, México y Yugoslavia. Por ello se prevé un período transitorio para estas adaptaciones.

En lo que se refiere a países con los que la CEE no tiene relaciones convencionales, se señala que la dificultad mayor la causarán las relaciones que España mantiene con América Latina. Relaciones en las que habrá de incluir modificaciones y eliminación de ciertas cláusulas que modificarán nuestras compras de café, azúcar y carne.

Por último se señala que España podrá mantener su sistema antidumping durante los períodos transitorios, a la espera de los resultados de la Ronda Tokio.

En sus conclusiones sobre política comercial exterior se dice que España deberá incluir una cláusula especial para los acuerdos que prepara y cuya entrada en vigor sea posterior a 1982 (fecha en la que el Gobierno piensa conseguir la adhesión) para prever los efectos comunitarios y poder denunciar o renegociar los contratos. Asimismo se debe estudiar, para antes de esta fecha, las posibilidades de denuncia o renegociación de contratos ya existentes.

Reestructuración industrial

La adaptación industrial española a la CEE supone importantes reformas arancelarias, legislativa, de ayudas y de políticas sectoriales. El informe realizado por el Gobierno analiza especialmente los sectores textil, automóvil industria auxiliar de la automocion y anuncia nuevos estudios sobre siderurgia, construcción naval, artes gráficas, papel y sus manufacturas, madera y muebles, corcho, piel y calzado, vidrios, cerámicas y juguetes. Sectores todos ellos que se verán afectados por el impacto productor y exportador de la CEE. (Los temas arancelarios y legislativos ya fueron analizados en el capítulo de unión aduanera.)

1. Sector textil."El documento destaca la ubicación regional de este sector hispano (en Cataluña) e incluye como diferencias hispano-comunitarias del sector las siguientes: mayor dinamismo e importancia económica y social española, desfase salarial y de productividad media en la industria manufacturera, inferioridad hispana en establecimientos, nivel superior español de producción y de exportaciones y superioridad técnica de la CEE. Por ello se hace necesario un serio esfuerzo de adaptación y mantener (mientras lo haga la CEE) medidas restrictivas de importaciones.

2. Sector automóvil y automoción. Se anuncia la necesidad de reestructurar a fondo el sector del automóvil, en pos del incremento de nuestra producción, para paliar la competencia y el desarme arancelario a partir del tercer año de la adhesión. Más delicado, al parecer, es el sector de la automoción, para el que se preconiza un más largo período transitorio en el documento, que promete nuevos estudios del Ministerio de Industria.

Por último, el informe dedica un apartado a la necesidad de replantear casi en la totalidad la política española de anticontaminación y de revisar la situación del INI, al que no considera en contradicción con el tratado de Roma, aunque apunta reformas necesarias en las ayudas a las empresas Hunosa, Bazán e IMAPEC y al sistema crediticio del Instituto.

Punto final: con este capítulo concluye la serie que hemos venido publicando, a lo largo de seis artículos, sobre el primer informe del Gobierno, que analiza las perspectivas de adhesión a la CEE y el futuro de las negociaciones hispano-comunitarias que se iniciarán en el otoño. Como señalábamos al principio, se trata de un documento previo, incompleto (que será ampliado por los distintos grupos de trabajo en los próximos meses) y que no presupone una posición negociadora definitiva de España. Esta quedará condicionada a estudios posteriores y variará con relación a la actitud que los representantes de la CEE adopten.

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