Preocupación en Argelia por eventuales bases norteamericanas en Canarias

Un redoblado ataque de la prensa oficial argelina contra lo que considera «insistencia norteamericana» en lograr la entrada de España en la OTAN ha vuelto a poner de relieve la preocupación de Argelia por la hipotética existencia de bases militares de la organización Atlántica en el archipiélago canario.Periódicamente, algunos comentaristas de la prensa argelina sacan a colación el tema de las bases de la OTAN en Canarias y el peligro que éstas supondrían para «mejorar el clima de las relaciones entre España y los países africanos».

Si bien es cierto que la política oficial argelina es contraria a la existencia de bases militares extranjeras, y no se oculta que el fallecido presidente Huari Bumedian negó personalmente a los soviéticos el permiso de utilizar las instalaciones de la base naval de Mers-el-Kibir, cercana a Orán, no es menos notorio que la diplomacia argelina evita expresar de forma directa un juicio sobre el asunto de las supuestas bases en las islas Canarias.

Esta tarea ha sido dejada a los periodistas que, como el autor anópirno del referido comentario aparecido en la revista Revolución Africana, órgano del Frente de Liberación Nacional (FLN), denota más que una inquietud oficial, un interés muy específico que, según algunos observadores, está relacionado con la política argelina en favor de preservar la región del Mediterráneo y del noroeste africano, de la influencia de las dos superpotencias mundiales.

La revista del FLN afirma que Washington y otras capitales occidentales están interesadas en utilizar a España como «cabeza de puente» para la penetración en Africa, con el fin de «luchar contra los regímenes progresistas de este continente».

Según tales cálculos, y vista la importancia estfatégica de las islas Canarias, Estados Unidos «maduraría la idea» de instalar en Gran Canaria una importante base de submarinos nucleares.

Por lo menos, el autor de este comentario, en el que se mezclan buen número de contradicciones con lo que señala hasta hace poco la propia prensa argelina (se habla ahora de las «buenas relaciones entre España y ciertas capitales africanas», cuando antes se decía que con excepción de Rabat y Nuackchott, Madrid se había enajenado el resto del Africa independiente) y se evita mencionar al movimiento separatista canario, Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC), así como la tesis de la «africanidad» canaria que hasta no hace mucho era el «sambenito» de las acusaciones argelinas.