Pesimismo de los empresarios guipuzcoanos

Las perspectivas de la industria guipuzcoana, a la vista de las opiniones expresadas por los empresarios de la región en la encuesta que realiza regularmente el Banco Guipuzcoano, nunca han sido tan malas como en estos momentos. El 94% de los encuestados consideran que el plan económico del Gobierno no va a cumplirse. Solamente el 10% de los encuestados ven el presente año con un cierto optimismo y un 6 % indican que están abocados a una próxima suspensión de pagos. La situación de la industria de la provincia se resume en el dato aportado por el presidente del Guipuzcoano en la reciente junta general de la entidad sobre lo que representa la inversión en el producto interior bruto de la provincia, que de un 11,32% en 1972 se ha reducido aun 5,7% en 1978.El decálogo sobre el año económico pasado puede resumirse, según el estudio que comentamos, en los siguientes términos:

- Elevados porcentajes de infraulilización de la capacidad productiva, que en sectores como el de aceros especiales alcanza el 50%. La exportación ha sido la defensa contra la baja actividad interior, pero cada vez tiene mayor dificultad de entrada o de mantenimiento en los mercados exteriores.

- Debilidad progresiva de los niveles de demanda interior, lo cual agrava la situación de la producción, ya que la baja del consumo coincide con la de la inversión.

- Pérdida de competitividad con el exterior por el alza de costes, especialmente agudizada en la provincia guipuzcoana, y por la evolución de los cambios de la peseta.

- Graves problemas de financiación, tanto en cantidad como en precio, lo cual multiplica las cargas financieras.

- Aumento importante de impagados, que condiciona y agrava el punto anterior.

-Crecimiento de los stocks, con los efectos distorsionadores que tiene sobre la financiación y la producción futura.

-Caída reiterada de los resultados económicos anuales de las empresas.

- Disminución del empleo y de la conflictividad laboral. Este último punto fue claro a lo largo del ejercicio pasado por los resultados de los pactos de la Moncloa.

- Mantenimiento del deterioro de la inversión a lo largo del ejercicio en términos similares a años anteriores.

- Perspectivas de incertidumbre y pesimismo de cara al futuro.

Este decálogo define un panorama absolutamente pesimista para el presente año que no resultará fácil superar. Por sectores productivos, la encuesta del Banco Guipuzcoano pone de relieve que prácticamente ninguno tiene perspectivas optimistas y solamente en los casos en que la exportación tire de la demanda se adivinan resultados algo alentadores.