Análisis histórico del teatro de la URSS
El autor Alexei Arbuzov, en Madrid
El dramaturgo soviético Alexei Arbuzov, que se encuentra en Madrid con motivo del estreno de su obra Encuentro en otoño, en el teatro Valle-Inclán, participó el pasado martes en un coloquio sobre el teatro en la Unión Soviética, organizado por la embajada de la URSS.
El autor, que tiene setenta años, hizo un relato autobiográfico de su vida en el teatro hasta 1945, que recorre gran parte del teatro contemporáneo soviético. En el coloquio intervinieron, además, Manuel Collado y Fina de Calderón, que recientemente han visitado la URSS.La obra Encuentro en otoño, cuyo estreno está previsto para mañana, viernes, en adaptación de Francisco Abril, está interpretado por Conchita Montes, y Angel Picazo, con escenografía de Emilio Burgos y dirección escénica de Angel García Moreno. Esta obra, con el título original Comedia a la antigua, muy popular en la Unión Soviética, como todo el teatro de Arbuzov, se ha representado en escenarios europeos y americanos. «Es una comedia sencilla, amable, nostálgica, cuyo tema central es la soledad, con una dimensión universal en los planteamientos de sus personajes: un hombre y una mujer, en el marco de un sanatorio de descanso, reconstruyen sus vidas y recuerdos.»
Alexei Arbuzov declara que escribe un teatro humano, sin implicaciones políticas. En la obra, las escasas alusiones de tipo político pertenecen a la historia contemporánea de la Unión Soviética. En este sentido su obra se compara a la de Chejov. En una larga exposición autobiográfica el dramaturgo contó las condiciones en que se fue creando el teatro soviético desde comienzos de siglo. Tras una infancia difícil, marcada por la desunión familiar y la falta de estudios, ingresa a los dieciséis años en una escuela teatral de Leningrado, de repertorio clásico y una didáctica abierta a la participación de los actores. A partir de la revolución de 1917, junto con un grupo de amigos, decide crear un teatro de agitación y propaganda que se opone a la presentación estática de los autores clásicos. Para ello organizan un tren, con teatro, biblioteca, aulas y vivienda, que durante los años veinte recorre el país, representando temas de actualidad de acuerdo con los hechos que vivían. En esta etapa es cuando Arbuzov se convierte en autor.
El dramaturgo recordó el fracaso de su primera obra presentada en Leningrado, que fue criticada por Meyerhold. Se traslada a Moscú, participa en la experiencia de un teatro móvil que recorre las aldeas. En 1934 se considera ya un dramaturgo, al estrenarse con éxito otra obra suya. Hasta el comienzo de la segunda guerra mundial participa en nuevos trabajos teatrales, con técnicas de improvisación y participación de actores.
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