Bajtiar ofrece su renuncia y un referéndum si Jomeini aplaza su regreso a Irán
En una dramática carta al ayatollah Jomeini, el primer ministro Shapur Baftiar ofreció dimitir y organizar un referéndum para que el pueblo iraní decida si desea una república o la continuidad de la monarquía. El premier de Irán condicionó esa propuesta al aplazamiento por tres semanas más del regreso de Jomeini al país, y a queel líder religioso abandone su proyecto de crear un Gobierno provisional islámico. En Teherán se creía ayer que Jomeini no aceptará la oferta de Bajtiar. El dirigente chiita ha postergado, sin embargo, su viaje a Irán hasta el próximo domingo. Su residencia en Teherán ya está preparada.
Desde primera hora de ayer, abundantes contingentes del Ejército se hacen notar en las calles de Teherán. Hasta el día anterior su presencia era discreta. Ahora, sin embargo, la tropa, armada y en uniforme de campaña, monta guardia en los centros de comunicaciones y en Ias cruces de calles, más transitados, mientras camiones repletos de soldados recorren la ciudad. En la parte trasera, uno de ellos se ocupa de la ametralladora, que apunta constantemente a la calle. Incluso durante la noche, varios helicópteros sobrevuelan Teherán en labores de vigilancia. Por la mañana hubo disparos al aire contra grupos de manifestantes. A primera hora de la tarde, en varios lugares del centro de la capital se volvieron a escuchar los tiros.
El cierre de todos los aeropuertos iranies y el consecuente retraso de la vuelta de Jomeini ha hecho aumentar la tensión. Las manifestaciones que se organizan espontáneamente en la parte baja de la ciudad tienen algo menos de carnavalesco y mucho más de irritado que en días precedentes. Todo esto sucede justo cuando ya comenzaban a llegar desde las provincias los primeros vehículos llenos hasta los topes de seguidores de Jomeini, y en el momento en el que en las aceras del Bazar se iban agotando las existencias de banderas, retratos y pancartas para lucir en su recibimiento.
Las autoridades militares de Teherán han justificado el cierre del aeropuerto como una «necesidad técnica ». Según ellos, después de la larga huelga mantenida por los empleados de la aviación civil, el material de control no se encuentra en buen estado. Los empleados de Iran Air y un portavoz oficioso de una compañía aérea occidental se han apresurado a desmentir esta versión. Es evidente que el cierre trata de impedir la llegada de Jomeini, que, en un principio, habría de venir hoy.
Mientras vigila el aeropuerto de Teherán, al menos un avión del Ejército del Aire estadounidense ha tomado tierra en sus pistas.Siguen los rumores de golpe
Los rumores de golpe continúan. En tanto algunos sectores de las fuerzas armadas aprovechan cualquier oportunidad para dar sensación de poderío, se ha sabido que, medio centenar de oficiales de aviación uniformados ha participado en manifestaciones a favor de Jomeini.
En forma paralela al aumento de la tensión, continúan las tímidas maniobras de acercamiento entre las diferentes fuerzas en conflicto. Ayer por la tarde, portavoces del comité de bienvenida al ayatollah Jomeini, declararon en una rueda de prensa que «existen contactos de algún tipo entre Jomeini y el Ejército.»Por otro lado, ayer se conoció el contenido del mensaje que el primer ministro, Shapur Bajtiar, dirigió a la residencia parisiense del líder chiita. La carta, muy conciliadora, reconoce en uno de sus párrafos: «Su vuelta, en estos momentos cruciales, pondría al Gobierno frente a una situación crítica. »
A pesar de todo, Bajtiar tiene ya menos razones para sentirse solo. Entre 40.000 y 50.000 personas marcharon ayer en manifestación defendiendo su política. En los extremos de la marcha abundaron los enfrentamientos con los partidarios de Jomeini. Piedras, palos y navajas salieron a la luz. Según se afirma, en el cortejo figuraban también seguidores del sha, disfrazados desocialdemócratas partidarios de Bajtiar.Los seguidores de Jomeini insisten en que lo hará «lo antes posible». Es decir, el domingo. Mientras, en la escuela islámica Refa (que habrá de servirle de residencia durante los días que esté en Teherán) todo está preparado. El feo edificio que alberga la escuela, construido en ladrillos grises, está muy cerca del Parlamento.Al igual que en Nauphle Le Chateau, el despacho de Jomeini no tiene mesas ni sillas: todo su trabajo lo piensa hacer sentado en el suelo, sobre una alfombra de Tabriz.
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