Estreno de "el proceso", de Franz Kafka, en versión de Peter Weiss
Entrevista con el director del montaje, Manuel Gutiérrez Aragón
Hoy está previsto el estreno en el teatro María Guerrero, de Madrid, de la última producción del Centro Dramático Nacional: El proceso, adaptación de Peter Weiss sobre la novela de Franz Kafka, dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón e interpretada por el cuadro de actores del mencionado Centro, más la incorporación de José Sacristán, en el papel de Joseph K, protagonista de la obra.« La versión de Peter Weiss es muy fiel a la novela -declaró a EL PAíS el director del montaje, Manuel Gutiérrez Aragón- La sigue prácticamente al pie de la letra. Por lo que se refiere al espíritu, creo que se parece bastante a la adaptación que hizo Orson Welles para el cine. Cuando menos, las dos versiones coinciden en el respeto a la novela.»
En este montaje del Centro Dramático Nacional confluyen varias experiencias personales sobre distintos medios de expresión: la literaria, de Franz Kafka; el teatro, de la mano de Peter Weiss, y una puesta en escena realizada por un director de cine, como es el caso de Manuel Gutiérrez Aragón.
«Quizá la mayor aportación de Peter Weiss -añade el director de la obra- sea la de un nuevo enfoque sobre la novela. Weiss ha roto la ecuación tradicional en todo proceso por la que se identifica el rol de «víctima» con la cualidad de inocente". Joseph K. aparece un poco como cómplice social de sus propios verdugos. Lo que está en la novela, aunque no de un modo muy explícito, es que Joseph K pertenece a la misma esfera de ideas que la de los jueces. Nunca se revela contra la ideología de quienes le juzgan. Eso es lo más diabólico de la novela y de la versión de Weiss: la demostración de que los procesados y rebeldes utilizan el campo de juego que eligen y marcan los jueces. El montaje teatral parte de un acuerdo profundo Con ese concepto y enfoque de Peter Weiss.»
«Si hiciéramos una interpretación un tanto abusiva de lo que acabo de mencionar -añade Gutiérrez Aragón- pienso que empresarios y obreros se verían reflejados en los dos componentes de todo proceso, lo que no quiere decir que el adaptador haga un análisis marxista de Joseph K. »
Sobre el método de trabajo, su responsable señala que «cada vez que hubo que explicar algo o profundizar en una situación se ha tomado la novela como pauta de análisis, y ello, naturalmente, con la expresa autorización de Weiss. Se han incorporado textos de Kafka que no estaban en la adaptación».
« En la versión de Weiss hay algunas referencias históricas sobre los años en que ocurre El Proceso. Yo he quitado toda referencia cronológica porque creo que El proceso es una recopilación de todos los procesos. Era muy fácil hacer referencias a los últimos procesos del franquismo o a los procesos políticos de Latinoamérica, pero entonces corríamos el peligro de que la obra de Kafka quedara reducida a un símbolo a algo excesivamente abstracto. hemos procurado hacer algo muy concreto con unos personajes existencialmente muy definidos, Y, por último, otro de los grandes peligros que encerraba la obra y su adaptación era, quizá, el de su excesiva frialdad. Hemos procurado darle un ambiente más cálido y directo, quitando las partes más discursivas y doctrinarias del texto de , Peter Weiss centrándolo todo más en los conflictos y enfrentamientos humanos.»
La referencia a que quizá lo más diabólico de la obra y la adaptación fuese el enmarcar en un mismo ámbito de valores al juez y a la víctima plantea, siquiera sea lateralmente, el problema que el mayo del 68 ofreció de manera directa y radical: resulta difícil la rebelión, la revolución, si ésta se hace dirigida por individuos que no han modificado en nada los conceptos culturales personales, que proceden, naturalmente, de la misma ideología social que pretenden transformar. Sobre ello gira la siguiente pregunta a Manuel Gutiérrez Aragón.
«Sería una deducción legítima -aquella de que no se puede transformar lo colectivo sin transformar previamente al individuo-, pero no es explícita en esta obra. Yo, personalmente, no me atrevería a sacar esa conclusión límite que, insisto, considero legítima.»
«Durante muchos años hemos pensado que había que cambiar la sociedad para cambiar la vida, y ahora nos empezamos a dar cuenta, como decía Baudelaire, que para poder llegar a cambiar la sociedad hay que cambiar antes la vida.»
« En lo que atañe a la escenografía, lo primero que habría que decir es que el sistema rotativo de programación del María Guerrero obligó a una escenografía que fuera muy manejable, que se pudiera montar y desmontar en quince días. Esto, para mí, ha sido casi una ventaja más que una limitación, porque uno de los grandes riesgos y tentaciones de El proceso es la de una escenografía grandilocuente y aplastante para Joseph K. He procurado que esa gigantesca telaraña en la que K. se siente atrapado se manifieste más en los personajes que en los elementos escenográficos. Es decir, toda esa compleja red de delaciones, espionajes, astucias y debilidades las entendemos más como fruto de comportamiento de los personajes de la gente que rodeaba a Joseph K., que de la escenografía.»
Babelia
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