Tiroteo contra el cuartel de la Policía Municipal de Bermeo
En la madrugada de ayer tres desconocidos efectuaron varios disparos de cartuchos de caza contra la puerta y fachada del cuartelillo de la Policía Municipal de Bermeo (Vizcaya). Los dos agentes que se encontraban en el interior del edificio no sufrieron daño alguno. En Vitoria, también de madrugada, un potente artefacto destrozó un vehículo propiedad de un vecino del barrio de Ariznavarra.Hacia las dos y media de la madrugada se registró el primer atentado. Al parecer, tres jóvenes no identificados dispararon varios cartuchos de posta del calibre 12 mm contra la fachada y puerta de acceso al cuartelillo de la Policía Municipal de Bermeo. Esta resultó atravesada por uno de aquéllos -manipulado con un trozo de plomo-, que perforó una cristalera, un armario y pasó muy cerca de uno de los dos policías que estaban de guardia, antes de incrustarse en la pared. Este disparo fue a corta distancia de la puerta.
Los dos agentes que se encontraban en el interior del edificio, al escuchar el primer disparo, se arrojaron al suelo instintívamente, apagando uno de ellos las luces del interior del pórtico para evitar así ser el blanco de los agresores. Ese es, en su opinión, el motivo que hizo desistir a los jóvenes de su intención de efectuar más disparos desde la puerta y puede explicar que aquéllos hicieran tres nuevos disparos contra la fachada del cuartelillo cuando se daban a la fuga.
La Guardia Civil, que instruye diligencias, no tenía ayer ninguna versión en torno a las detonaciones que veinte minutos después del tiroteo al cuartelillo de la Policía Municipal se escucharon en la misma localidad. Aunque en principio se rumoreó que los presuntos disparos se hablan efectuado contra el local de una sociedad recreativa, el hecho no pudo ser confirmado a lo largo de la jornada de ayer.
En Vitoria, una hora antes, frente al número 9 de la calle del Castillo de Ocio, había hecho explosión una potente carga de material explosivo -al parecer goma-2- colocada bajo un coche que resultó totalmente destrozado. El vehículo, un Seat 124, matrícula SS-83.306, era propiedad de Adolfo Mesonero, de treinta años de edad, natural de Zaragoza, empleado de la empresa de Grúas García, que hace tres meses había comprado el vehículo siniestrado a un guardia civil que, al parecer, estaba amenazado. La onda expansiva del artefacto causó importantes desperfectos a los vehículos aparcados en las cercanías, rompiendo cristales y persianas de los tres primeros pisos de los bloques de viviendas existentes en las inmediaciones del lugar. Dada la hora no se registraron lesiones personales.
Dos amenazas de bomba se produjeron en la mañana de ayer en Bilbao. La primera obligó a la retención del vuelo del avión que a las 10.15 debía despegar con destino a Barcelona. La segunda paralizó durante varias horas las comunicaciones férreas entre Bilbao y Santurce.
Hacia las diez menos cuarto de la mañana de ayer una voz de hombre avisó al periódico La Gaceta del Norte de que había colocado una bomba en el avión de Aviaco -vuelo 174- que iba a hacer la línea Bilbao- Barcelona. Al llegar la alarma al aeropuerto fueron alertados los efectivos policiales del mismo, que, tras hacer descender del aparato a sus ocupantes y someterlos a cacheo, revisaron uno por uno los,equipajes. Al comprobarse que se trataba de una falsa alarma, el avión despegó a las doce y media, efectuando el trayecto hasta Barcelona con normalidad.
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