El cine español y su supervivencia

El pasado fin de semana se clausuró en Madrid el I Congreso Democrático del Cine Español, convocado por los partidos políticos PSOE, PCE y AP; las centrales sindicales mayoritarias UGT y CCOO y diez asociaciones profesionales de todos los sectores de la industria. El Consejo General Vasco envió a un representante oficial al I Congreso y el PSUC (comunistas catalanes) estuvo representado de forma activa.En la enumeración de siglas sorprende la ausencia del partido político mayoritario en el Parlamento, la UCD, que a la vez ocupa el poder en la actualidad. Poder y partido están unidos hasta el punto de que la Dirección General de Cinematografía no envió a ningún representante al mencionado congreso. Sorprende también esta excesiva coincidencia de criterios entre el partido mayoritario y la Administración, pues si bien es relativamente comprensible la ausencia de la UCD en la convocatoria del congreso, no tiene cabal explicación la ausencia del organismo ministerial responsable del sector en un congreso de estas características en el que, por primera vez, todos los sectores industriales -con intereses contrapuestos en ocasiones- se han reunido para estudiar lo problemas que aquejan a la industria y comercio del cine.

En algunos círculos profesionales, sobre todo en aquellos identificados con criterios de trabajo basados en el rigor y la independencia de las compañías con capital norteamericano, se tenía la impresión de que este I Congreso Democrático del Cine Español era a la vez su funeral. El incremento de los costos de producción, las presiones de las grandes compañías norteamericanas para monopolizar los circuitos de exhibición, la competencia de otros medios, sobre todo la televisión, y la crisis económica generalizada, condicionan las expectativas del cine español. Frente a ello, este I Congreso ha tratado de analizar las causas y buscar lasposibles soluciones. Una de las secciones trataba de las propuestas sobre proyectos de ley de Cine, entramado jurídico del que depende en buena medida el futuro del cine español. No es el maná, pero sin una ley que recoja las aspiraciones del sector industríal, buscando las posibles coincidencias entre exhibición, distribución y producción, el cine español será un recuerdo de y para los estudiosos. En el congreso se presentaron tresproyectos de ley articulados y en estos días se estudia la posible aprobación de un proyecto-síntesis. La Administración ya tiene elaborado otro proyecto de ley, pero si no intenta llegar a un acuerdo con el que se elabore en el Congreso Democrático del Cine Español -que será apoyado por los partidos políticos que lo convocaron- el cine nacionál tendrá dos proyectos de ley y ninguna posibilidad de supervivencia.