Moscú advierte que fracasará la alianza contra la URSS

El periódico del Ejército soviético, Estrella Roja, dijo el domingo que se está gestando en Asia una alianza militar chino-japonesa-norteamericana frente a la URSS, pero predijo que dicha alianza fracasará.Pese a las apariencias, el artículo no constituyó una reacción al anuncio hecho público por el presidente norteamericano Jimmy Carter del establecimiento de relaciones diplomáticas plenas entre Estados Unidos y China, a partir del próximo año.

Pero fue escrito, evidentemente, anticipándose a la citada medida y sirvió como indicador explicativo de la postura soviética -todavía no presentada oficialmente- sobre el anuncio de Carter.

«La alianza de los imperialistas de Estados Unidos, de los revanchistas japoneses y de los chauvinistas chinos influyentes va encaminada contra los intereses vitales de todos los pueblos», señaló el periódico soviético.

Estrella Roja dijo que la «nueva estretegia» desarrollada por la Administración Carter incluirá un incremento de los efectivos militares norteamericanos en Asia a medida que se desarrollen relaciones más intensas entre los países implicados.

El artículo advierte que la Unión Soviética tiene destacados en Asia alrededor del 75% de sus efectivos militares terrestres. «Tres cuartas partes del territorio soviético se encuentran en Asia», señaló el periódico, «y el pueblo soviético, naturalmente, está vitalmente interesado en la consolidación de la seguridad en Asia». La Unión Soviética tiene actualmente destacados alrededor de un millón de soldados a lo largo de su frontera con China, cuya extensión es de 5.000 kilómetros, que fue escenario de violentos enfrentamientos armados en los últimos años.

No se ha producido todavía reacción oficial soviética al anuncio de Carter, pero se espera que el Kremlin se pronuncie duramente, al menos con respecto a un elemento del comunicado conjunto de Washington y Pekín. Se trata del pasaje que contiene una cláusula anti-hegemónica similar a la que figura en el acuerdo China-Japón, que fue objeto de una fría acogida por parte de los dirigentes soviéticos.