Un signo de realismo entre norteamericanos y chinos

Con el anuncio del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la República Popular de China se ha impuesto la política de realismo y se confirma el deseo de China de abrirse hacia el mundo internacional, manifestó ayer a EL PAÍS el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja. «Vemos con simpatía el que este hecho se haya producido», añadió el jefe de la diplomacia española.JAVIER RUPÉREZ

Secretario de relaciones exteriores de UCD

«Me parece un hecho muy positivo ante el cual experimento gran satisfacción. A todos los efectos, se trata de algo muy satisfactorio, por cuanto consiste en el reconocimiento por ambos lados de una realidad y el término de una especie de juego del escondite entre dos grandes potencias que hasta ahora se habían ignorado. El dato político más importante me parece aquel en el que Estados Unidos y China exteriorizan en su comunicado conjunto la clara voluntad de "no promover ni permitir hegemonías ni en Asia ni en ninguna otra área del mundo". »

MANUEL AZCARATE

Responsable de relaciones exteriores del PCE

«Considero positivo el restablecimiento de relaciones diplomáticas normales entre Estados Unidos y China. Hay que recordar que la no existencia, hasta ahora, de estas relaciones se debe a una política norteamericana de injerencia en los asuntos internos de China, a través del apoyo norteamericano al grupo ultra-reaccionario de Chiang-Kai-chek y sus sucesores.

La voluntad de Estados Unidos de contribuir a la normalización en esa parte del mundo sería mucho más evidente aún -prosigue el dirigente comunista español- si una vez puesto término a su apoyo a Taiwan cesase en su intervención en Corea y aceptase la unificación pacífica de este país. Lamento que aparezca en estos momentos un enconamiento de las relaciones entre la Unión Soviética y China.»

LUIS YAÑEZ

Responsable de relaciones internacionales del PSOE

«El establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos representa el fin de una etapa de ficción en las relaciones internacionales. En efecto, el realismo político se ha impuesto y dos grandes países han normalizado sus intercambios. El anacronismo de China nacionalista, en gran parte sostenida militar y económicamente por Estados Unidos, no podía seguir manteniéndose.»

JOSE SANROMA

Secretario general de la Organización Revolucionaria de Trabajadores

«Estados Unidos ha tenido que reconocer aquello en lo que el pueblo chino ha venido insistiendo una y otra vez: hay una sola China, la República Popular, que construye el socialismo y que se convertirá en el presente siglo en un moderno y desarrollado país socialista, plenamente soberano e independiente Y que está en la vanguardia de la lucha contra el imperialismo y el social-imperialismo. Por otra parte -añade José Sanroma-, este hecho viene a ser también un reflejo de la situación internacional y del sentido de su evolución. El imperialismo norteamericano está en declive y se ve obligado a ceder hoy lo que antaño se negaba a ceder, mientras el social-imperialismo soviético es hoy el más agresivo.»