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Asesinados un industrial y un jefe de la Policía Municipal

Dos nuevos asesinatos fueron perpetrados ayer en el País Vasco. A las ocho y diez de la tarde, el jefe de la Policía Municipal de Pasajes (Guipúzcoa), Juan Jiménez, cayó abatido por los disparos efectuados por dos individuos que penetraron en el cuartel donde estaba prestando servicio. Media hora antes, tres individuos daban muerte en Vitoria a Saturnino Sota, propietario de una panadería.

El jefe de la Policía Municipal de la localidad guipuzcoana de Pasajes Ancho, población contigua a San Sebastián, cayó herido de muerte en su propio despacho ayer, a las 8.10 de la noche, al recibir varios impactos de bala dis parados por dos desconocidos, que se dieron inmediatamente a la fuga no sin antes apoderarse del arma reglamentaria de la víctima y de la de otro agente municipal que se encontraba también en la estancia, al que los agresores respetaron, informa nuestro corresponsal Antonio González. La víctima, Juan Jiménez Gómez, llevaba dos años ocupando el puesto de jefe de la Policía Municipal y con anterioridad, en esta misma villa guipuzcoana, había ejercido la profesión de guardia civil. Según las primeras noticias, al menos una tercera persona apoyaba la acción armada y esperaba al volante de un automóvil situado en las proximidades para facilitar la rapidez de la huida.Los disparos de pistola realizados por los dos jóvenes, que actuaron a cara descubierta, causaron heridas mortales de necesidad a la autoridad policial, que perdió la vida prácticamente en el acto. Más tarde se encontraron en el lugar del suceso once casquillos de bala de calibre nueve milímetros marca Parabellum.

Juan José Jiménez Gómez estaba casado y había nacido hace 58 años en la localidad malagueña de Benaoján.

Asesinado en la panadería

Sobre las siete y media de la tarde de ayer, en la calle Cuchillería, del casco gótico de Vitoria, zona muy concurrida todas las tardes por personas que acostumbran a pasear y tomar unos chatos, se produjo un atentado contra el dueño de un despacho de pan situado aproximadamente a mitad de dicha calle, informa nuestro corresponsal José Antonio Abasolo. Saturnino Sota, de cincuenta años de edad, resultó muerto por tres disparos que le hizo a corta distancia un joven encapuchado.

Los detalles del hecho son confusos, ya que se desarrollaron en breves segundos. La única versión que hay por el momento indica que un turismo se detuvo frente al pequeño establecimiento de la víctima. Se apearon de él tres jóvenes encapuchados que gritaron alsuelo, ya que eran muchas las personas que estaban en la calle. Inmediatamente uno de los jóvenes penetró en el local y efectuó los disparos citados, para huir acto seguido con sus compañeros en el turismo.

Saturnino Sota falleció casi instantáneamente, y su cadáver fue retirado media hora después del hecho.

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