Siria acepta un alto el fuego en Líbano
Una resolución en la que se pide el «inmediato y efectivo» cese de las hostilidades en Líbano fue aprobada unánimemente en la madrugada del sábado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La sesión había sido convocada a petición de Estados Unidos, después que el presidente Carter obtuviese garantías deapoyo de la Unión Soviética y otros países. Noticias procedentes de Beirut indicaban que doce horas después, de anunciada la resolución, las tropas sirias habían aceptado el alto el fuego.
La reunión de los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU fue una de las más breves en la historia de este organismo, y duró apenas tres minutos. La resolución se aprobó por quince votos,a favor y ninguno en contra.
La decislón unánime del Consejo de Seguridad, que por primera vez se ve envuelto en los acontecimientos de Líbano, hace un llamamiento a las partes implicadas en el conflicto para que «pongan fin a la violencia y observen escrupulosamente un inmediato y efectivo alto el fuego».
El Consejo de Seguridad de la ONU añade en la resolución que el cese de las hostilidades permitirá «restaurar la. paz interna y la reconciliación nacional sobre la base de la preservación de la unidad, la integridad territorial, la independencia y la soberanía nacional de Líbano».
Intensas gestiones diplomáticas entre varios países precedieron a la reunión del Consejo de Seguridad. Aunque la mayor parte de los esfuerzos correspondieron a Estados Unidos, Francia v Arabia Saudita participaron también en la búsqueda de una resolución de alto el fuego.
Carter utilizó el teléfono rojo
El presidente Jimmy Carter utilizó por vez primera el «teléforio rojo», o línea directa entre la Casa Blanca y el Kremlin, para ponerse en contacto con Leónidas Brejnev y obtener el apoyo de la Unión Soviética en la sesión del Consejo. Carter habló también con el presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, que se encontraba en visita oficial a Brasil, y con el primer ministro de Israel, Menahem Begin.
Al parecer, Brejnev informó a Carter que el presidente Sirio, Haffed el Assad, que acababa de finalizar una visita a Moscú, aprobaba la implantación del alto el fuego. Apenas llegado a Damasco, Assad invitó a una entrevista al presidente libanés, Elias Sarkis.
La conversación de Carter con Menahem Begin habría estado dirigida esencialmente a pedir al dirigente israelí moderación en la crisis de Líbano, después de la incursión de las cañoneras israelíes en las costas de este país, que, si oficialmente iba dirigida contra una base palestina, se interpreta claramente como una advertencia a Siria.
Influencia sobre la dinámica de paz
En Washington se teme que un agravamiento de la situación en Líbano pueda influir negativamente en el proceso iniciado en Camp David y poner en peligro las conversaciones que mantendrán Egipto e Israel la semana próxima, en busca de un tratado de paz bilateral,
Carter, que propuso de forma ambigua la semana pasada la convocatoria de una conferencia internacional sobre Líbano, recibió ayer una carta de diecisiete senadores norteamericanos en la que se pide una mayor intervención de las fuerzas de la ONU, que deberían sustituir a las tropas pacificadoras sirias. Hasta ahora, Estados Unidos ha apoyado la presencia militar siria en Líbano como único medio de evitar la guerra civil y la desmembración del país, pero podría ahora cambiar de postura ante la escalada de enfrentamientos entre los sirios y los cristianos en Beirut.
Alto el fuego
Por otra parte, y según noticias procedentes de Beirut, el cese del fuego requerido por el Consejo de Seguridad, fue aceptado por Siria, después que el presidente Assad recibiera, en Damasco, el presidente Sarkis de Líbano. Una orden dada al mando de la fuerza siria en el Líbano señalaba que tropas de las unidades sirias debían acatar el cese del fuego a las ocho de la noche, hora local.
A partir de esa hora, sin embargo, testigos presenciales informaron que los violentos combates que se habían iniciado por la mañana todavía continuaban. No obstanté, parecía que los enfrentamientos, que ya habían disminuido en intensidad al conocerse la petición del organismo internacional, eran menos intensos que en días anteriores.
Según analistas Internacionales, la petición de cese el fuego, si bien había sido aceptado sin grandes obstáculos por Siria a raíz de la mediación norteamericana y soviética, no había satisfecho a los falangistas cristianos, que todavía esperaban que la ONU exigiese la retirada de las tropas sirias de Líbano.
Por otra parte, la radio estatal de Beirut, que difundió el comunicado del mando de las tropas sirias, indicó que «Sarkis y Assad mantendrán una tercera ronda de conversaciones esta noche en Damasco».
Un enviado especial del secretario general de la ONU, el príncipe Sadruddin Aga Khan, era esperado anoche en Damasco para realizar una misión de paz ante los presidentes libanés y sirio.
Dificultad para precisar el número de víctimas
Mientras tanto, la Cruz Roja, como la policía libanesa, trataban ayer de hacer un balance sobre el. número de muertos en esta semana de sangrientos combates. Según la Cruz Roja, es difícil conocer el número exacto de víctimas. Por su parte, fuentes informativas de la policía aseguraron ayer que desde el lunes resultaron muertas unas cuatrocientas personas, mientras que la radio libanesa ha dicho que asciende a más de ochocientos el número de fallecidos y unas 30.000 viviendas han quedado destruidas. Portavoces palestinos dicen que 130 sirlos, por lo menos, resultaron muertos.
Entre las últimas víctimas figuran trece personas que resultaron heridas al hacer explosión proyectiles de mortero en la embajada de Estados Unidos, el viernes. Un soldado de infantería de Marina del servicio de protección de la embajada dijo que seis libaneses, empleados de la embajada, resultaron heridos, pero el Departamento de Estado dijo que habían resultado heridos dos soldados norteamericanos y once libaneses.
Una emisora de radio falangista cristiana aseguró que si Washington no actúa rápidamente para poner fin a los combates «declararán un alto el fuego en un país que no existe y para un pueblo que ha perecido».
La emisora cristiana, que informó anteriormente que los bombardeos habían cesado, ridiculizó el resultado del llamamiento de las Naciones Unidas para que se imponga el alto el fuego diciendo: «La resolución sobre el alto el fuego pasará por la aduana, estará allí algún tiempo, descansará, tomará una limonada y llegará a Líbano dentro de unos días.»
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